Maine.- Las antenas de transmisión posiblemente sean un paisaje espantoso para la mayoría de las personas, pero para algunas aves cantoras, el bosque alrededor de ellas podría ser un hábitat crítico.
Un grupo de investigadores quiere determinar si las aves están poblando terrenos a lo largo de una ruta despejada para colocar una línea de antenas de trasmisión, así como áreas que han sido taladas recientemente en Nuevo Hampshire y Maine.
En otras partes de Estados Unidos, se ha encontrado que el hábitat cubierto de arbustos de estos jóvenes bosques ofrece la protección que las aves necesitan frente a sus depredadores, así como una constante dieta de insectos y fruta.
Uno de los investigadores dice que estos hábitats son “increíblemente importantes” para las aves cantoras en esas partes del norte de Nueva Inglaterra.
“Nuestro objetivo es entender mejor cómo funcionan estos hábitats en nuestro paisaje”, dijo Matt Tarr, especialista en vida salvaje de la Universidad de Nuevo Hampshire.
Él y sus colegas atraparán aves a finales de este mes, las etiquetarán y luego les darán seguimiento los siguientes dos años. Se enfocarán en 24 antenas de trasmisión y 12 áreas que han sido colocadas en el sureste de Nuevo Hampshire y el sur de Maine.
Tarr dijo que aquí hay hasta 40 especies de aves cantoras que anidan en bosques jóvenes y otro grupo que anida en bosques maduros.
“Sin embargo, cada vez hay más evidencia de que después de que las aves jóvenes dejan el nido, dejan bosques maduros y llegan a los bosques jóvenes a completar su desarrollo”.
El estudio de casi 250.000 dólares es financiado por el Servicio de Recursos Naturales y Conservación así como por el Fondo de Ríos y Bosques de Nueva Inglaterra y por Pesca Nacional.
Un contribuidor del fondo de Nueva Inglaterra es la empresa de electricidad Eversource, la cual propuso el proyecto Northern Pass que ha generado críticas de dueños de tierras, autoridades de turismo y otros.
Northern Pass prevé instalar una línea de trasmisión de 308 kilómetros (192 millas) de Pittsburg a Deerfield, Nuevo Hampshire, para llevar energía de la empresa Hydro-Quebec al sur de Nueva Inglaterra a casi 1,1 millones de hogares.