Washington – EEUU.- “Cargado y listo”, como si se tratara de un arma a punto de ser disparada. Así dijo estar el presidente Donald Trump, tras los bombardeos de rebeldes hutíes de Yemen, a una refinería y un campo petrolero saudí.
“El suministro de petróleo de Arabia Saudí fue atacado. Hay razones para pensar que sabemos el culpable, estamos cargados y listos”, dijo Trump el domingo, a través de su cuenta verificada en Twitter.
El mandatario agregó que su gobierno espera a que el Reino saudita, uno de sus principales aliados en Oriente Medio, determine “quién cree que fue la causa de este ataque, ¡ya bajo qué términos procederíamos!”.
Tras la arremetida, que ocasionó severos daños en la refinería de Abqaiq y en el campo petrolero de Khurais, Washington ha puesto la mirada sobre Irán, un país que, según varias naciones de Occidente, apoya a la insurgencia hutí, con armamento y apoyo logístico.
A través de Mohamad Javad Zarif, su ministro de Asuntos Exteriores, Teherán ha negado tales acusaciones y las ha calificado como un “máximo engaño”.
El pasado sábado, por lo menos diez drones de gran alcance arremetieron contra las instalaciones petroleras saudíes, obligando a ese país a recortar su producción petrolera diaria en 5,7 millones de barriles de crudo. La cifra representa más del 50% del petróleo que Arabia Saudí coloca en el mercado, en cada jornada.
