Washington – Estados Unidos.- La última superluna del invierno, y segunda del año, se podrá apreciar esta noche en su máximo esplendor.
Este fenómeno en el que la luna está en su punto más cercano a la Tierra hace que el satélite se aprecie más grande y brillante.
La superluna de gusano debe su nombre a las tribus del norte y este de Estados Unidos que la llamaron de esta forma por las lombrices que aparecen en el suelo cuando comienza a descongelarse en primavera.
La superluna se produce, principalmente, porque la órbita lunar no es circular, sino elíptica. Es decir, que no describe una circunferencia perfecta, sino que se «estrecha» cuando se encuentra más próxima a la Tierra (perigeo) y en el punto más alejado (apogeo), situado a aproximadamente unos 406.725 kilómetros del planeta.
Durante las superlunas el diámetro aparente del satélite puede aumentar hasta un 14% y su brillo hasta un 30%.
Gracias a su brillo observar la luna será más sencillo que en otras noches, pero esa misma luminosidad hará más difícil apreciar las estrellas.
Este año está previsto que haya hasta cuatro superlunas. La primera ocurrió en febrero, llamada Luna de Nieve, luego viene la de esta noche y se les sumarán las de abril y mayo.
