Nueva York – Estados Unidos.- La disputa de poder en Venezuela ha transitado varios escenarios internacionales y la próxima semana se trasladará hasta las Naciones Unidas, donde los líderes y adversarios políticos Nicolás Maduro y Juan Guaidó, buscarán el máximo apoyo y reconocimiento como representantes legítimos del gobierno del país petrolero.
Guaidó, jefe del Parlamento, es reconocido por más de 50 países y la Organización de Estados Americanos, como presidente legítimo de Venezuela, después de que en enero invocara artículos constitucionales y asumiera el cargo en respuesta a unos comicios supuestamente fraudulentos en los que Maduro fue reelegido presidente en mayo del año pasado.
Pero Maduro, que es reconocido por la Organización de Naciones Unidas, ha denunciado que Guaidó intenta dar un golpe de Estado.
Aunque parte de los miembros de la ONU reconocen a Guaidó como presidente interino, Maduro cuenta con el apoyo de Rusia y China, dos miembros con poder de veto en el Consejo de Seguridad, donde se toman las más importantes decisiones por votación unánime.
En su estrategia internacional, Guaidó intenta conseguir un mayor respaldo de la Unión Europea que se traduzca en sanciones que ahoguen financieramente al régimen de Maduro.
Mientras que Maduro aboga por una flexibilización de las sanciones impuestas, principalmente por Estados Unidos, contra la petrolera estatal y altos funcionarios del gobierno chavista.
El gobierno de Maduro, sobre quien pesan acusaciones de violaciones a derechos humanos, anunció la excarcelación del vicepresidente del Parlamento a quien vincula con una presunta conspiración para derrocarlo.
Sus críticos ven en esta decisión una maniobra política para lavarle la cara al régimen días antes de la reunión en la ONU.
Maduro ya confirmó que no asistirá a la cita en la sede del organismo en Nueva York y en su lugar estarán dos representes que se reunirán con el secretario general Antonio Guterres.
“El Secretario General (…) y todas las agencias de la ONU deberían alzar la voz para condenar la agresión a la que Venezuela está siendo sometida, para condenar el bloqueo”, señaló la semana pasada el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, a periodistas en Ginebra. “Creemos que se puede hacer mucho más desde las Naciones Unidas”.
Desde el gobierno interino no se ha confirmado si Guaidó, a quien la justicia le prohibió salir del país, podrá asistir a Nueva York. Mientras que su jefe diplomático, Julio Borges, estará en la ciudad pero participará en eventos paralelos destinados a destacar la crisis humanitaria venezolana y el supuesto apoyo de Maduro a rebeldes armados en Colombia.
Estados Unidos, el principal aliado de los adversarios de Maduro, ha reiterado que las sanciones “no se levantarán hasta que Maduro se vaya”.
Morgan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado, dijo que espera reunirse “con socios regionales para discutir las opciones económicas y políticas que podemos emplear por la amenaza a la seguridad de la región que representa Maduro”.
