Miami – EEUU.- La oficina de Ron DeSantis, actual gobernador del estado de Florida, anunció el domingo que el presidente Donald Trump no autorizará el envío, a la entidad floridana, de cientos de inmigrantes ilegales.
El mandatario regional habló, el pasado sábado, con el titular de la Casa Blanca para conocer la veracidad de la información que fue proporcionada por voceros de agencias federales a algunas autoridades del estado de Florida.
El pasado viernes, funcionarios de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo, y de la Patrulla Fronteriza le comunicaron a los condados de Broward y Palm Beach que casi 300 indocumentados serían trasladados, semanalmente, desde albergues localizados cerca de la frontera con México hasta el sur de la Florida.
Aunque esos contactos fueron confirmados por el secretario de Seguridad Nacional interino, Kevin Mcaleenan, el Jefe de Estado los desmintió, acusando a la prensa de haber difundido “reportes falsos”.
“No hay planes de enviar migrantes a instalaciones en el norte o la costa, incluyendo Florida”, dijo Trump.
La posibilidad de que inmigrantes ilegales fueran enviados a Florida generó reacciones adversas entre líderes y gobernantes locales. La mayoría aseguraba que los condados escogidos para la recepción de los indocumentados no contaban con refugios designados ni con fondos para alojarlos, alimentarlos o mantenerlos seguros.
