Washington – Estados Unidos.- El presidente Donald Trump dio el visto bueno a la Ley de Democracia y Derechos Humanos de Hong Kong, aprobada por el Congreso, y generó una enérgica protesta de China que ya mantiene unas tensas relaciones comerciales con Estados Unidos.
La aprobación por parte de Trump al instrumento legislativo significa un claro apoyo a las manifestaciones prodemocracia que desde junio se realizan en la región semiautónoma de China.
«Se ha promulgado (esta ley) con la esperanza de que los líderes y representantes de China y de Hong Kong puedan resolver sus diferencias de manera amistosa”, expresó Trump.
Esta ley es uno de los pocos temas en los que tanto republicanos como demócratas han coincidido y prevé entre otras cosas sanciones para aquellos individuos o entidades que no respeten los derechos humanos en Hong Kong.
La región tiene un trato preferencial en el comercio y representa la puerta de entrada del 70% de la inversión internacional a China continental, pero estos privilegios podrían desvanecerse si Estados Unidos comprueba que se le está robando la libertad y autonomía.
La respuesta de China fue inmediata. El Ministerio de Relaciones Exteriores calificó la ley como una “seria interferencia” que “viola las normas básicas del derecho internacional y de las relaciones internacionales”.
El Ministerio agregó que el paso dado por Trump responde a “intenciones absolutamente siniestras” y advirtió de que tomarán “contramedidas firmes”.
En principio no estaba claro si Trump firmaría la ley debido a que podría afectar las negociaciones entre ambos países para poner fin a la Guerra Comercial.
El mandatario había declarado la semana pasada que si no fuera por él «miles de personas habrían sido asesinadas en Hong Kong en este momento… La única razón por la que no ha entrado -el Ejército chino en la ciudad- es porque le he dicho -al presidente Xi Jinping- que eso afectaría a nuestro acuerdo comercial».