Chicago – EEUU.- Ananias Ocampo es el nombre del inmigrante indocumentado que, a pesar de sus 75 años, sigue trabajando para alcanzar el “sueño americano”. “Don Ananias”, como le conocen los vecinos de su barrio, se dedica a vender helados en una esquina de la ciudad de Chicago, en Illinois.
Gracias a lo poco que gana con su trabajo, el adulto mayor paga la habitación que logró alquilar, en el vecindario de Pilsen. Sus escasos ingresos apenas le alcanzan para cubrir el costo de las consultas y tratamientos médicos a los que debe someterse, pues padece diabetes y dolores crónicos en sus rodillas.
“¿Cómo va a pagar su renta?”, se preguntó Marta Ríos, su actual empleadora, durante una entrevista concedida al diario “Chicago Tribune”. Ella confesó que ve en “don Ananias” a la figura de su padre y que le resulta doloroso verlo trabajar, aún en medio de sus malestares.
“Me entristece porque veo en él a mi papá y le digo: ‘amigo, ya no trabaje, ya está muy malito’”, reveló Ríos.
Luego de conocer su caso, algunos de sus conocidos emprendieron una colecta de dinero, con la que pretenden recaudar fondos para que el inmigrante, quien es oriundo de Guerrero, México, y quien lleva más de 30 años en Estados Unidos, pueda tener una vejez más tranquila.
La búsqueda de ayuda se realiza a través de una cuenta de Go Fund Me. En ese espacio se precisa que Ananias Ocampo “no cuenta con seguro médico, familia o recursos económicos”.