Nashville – EEUU.- James Brantley, un empresario de 62 años, de Tennesse, deberá cumplir una pena de 18 meses de prisión y tres años de libertad condicional, por haber evadido cerca de 1.3 millones de dólares en impuestos federales.
Brantley, quien es propietario de un matadero y una empacadora de carne, fue descubierto gracias a una redada efectuada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
En ese operativo, ICE logró detener a cien indocumentados que trabajaban para el evasor. Gracias a la operación también se determinó que el estadounidense pagó a sus empleados, usando dinero en efectivo, por un espacio de 20 años.
De esa manera, James Brantley evitó, además, retribuir correctamente las horas extra de los inmigrantes ilegales.