Florida- Estados Unidos.- Toda una vida pasó Clifford Williams y su sobrino Natham Myer tras las rejas por un crimen que no cometieron. Cuando ingresaron a prisión Williams tenía 33 años de edad y Myer 18, hoy ya han cumplido 76 y 61 respectivamente.
En 1976 ambos hombres fueron sentenciados a cadena perpetua y pena de muerte por el homicidio de Jeanette Williams una mujer que fue asesinada a tiros.
Hoy, luego de 43 años y tras una revisión de el caso realizado por la Oficial del Fiscal del Estado en Florida, están en libertad al determinarse que “ya no hay confianza en la culpabilidad de los acusados”
«Me siento muy feliz y muy triste porque me tomó 43 años», dijo Margaret Good, la abogada que representó a Clifford Williams durante su apelación.
La abogada refirió que varias pruebas, incluyendo los datos de balística y el testimonio de los testigos, no fueron presentadas en el juicio original, no era parte del registro y «en la apelación sólo se obtiene lo que está en el registro».
«Aunque ningún elemento de prueba exonera al acusado Myers o al acusado Williams, la revisión de todas las pruebas, la mayoría de las cuales el jurado nunca escuchó ni vio, no deja confianza duradera en las condenas o en la culpabilidad de los acusados», señala el informe final que los deja en libertad.
El testigo principal del caso dijo en el juicio de 1976 que había visto a dos atacantes disparar dentro del dormitorio contra la víctima, aunque las pruebas balísticas indicaron que solo se uso un arma.
Docenas de personas que estaban en una fiesta cercana al lugar del suceso dijeron que escucharon los disparos, y que los sospechosos estaban en la celebración, pero ninguno de ellas fue llamada a testificar durante el juicio que los obligó a perder 43 años de su vida tras las rejas.