Más de 20 inmigrantes indocumentados fueron acusados de fraude en documentos y por utilizarlos para reclamar beneficios del gobierno, anunciaron funcionarios del gobierno.
La operación diseñada para reprimir el robo de identidades que muchos inmigrantes indocumentados usan para vivir y permanecer en los Estados Unidos, terminó este jueves en Boston.
En total, los federales capturaron a 25 personas, 21 de ellas indocumentadas, incluyendo un asesino convicto que escapó de prisión en Puerto Rico y que vivía con un nombre diferente en Massachusetts, al igual que un narcotraficante que según las autoridades le robó la identidad a un ciudadano estadounidense desplazado por los huracanes del año pasado en Puerto Rico.
Esa persona estaba recibiendo beneficios de desempleo y viviendo en viviendas financiadas por los contribuyentes, dijo el Fiscal General Jeff Sessions.
Según el gobierno muchos de los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados en EEUU han robado o comprado ilícitamente la identidad de otra persona, y luego la han usado para conseguir un trabajo u obtener beneficios.