Estas nuevas revisiones solo serían aplicadas a quienes «ameritan escrutinio adicional», según anunció el Departamento de Estado, que ha solicitado que la Oficina del Manejo del Presupuesto (OMB) apruebe de emergencia esta iniciativa antes del 18 de mayo.
De ser aprobada, la nueva medida le daría discreción a los agentes consulares alrededor del mundo para decidir cuáles solicitantes de visas estadounidenses podrían representar una amenaza a la seguridad y someterlos a revisiones adicionales. Esto afectaría al 0.5% de los solicitantes de visa a nivel mundial, o cerca de 65,000 personas, estima el anuncio.
A estas personas se le pediría además entregar todos los números de teléfono y correos electrónicos que hayan usado en los últimos cinco años. También deberán informar sobre sus viajes, lugares de residencia y trabajos en los últimos 15 años, en lugar de cinco años como se pide regularmente.
El fracaso al entregar alguno de estos datos no resultaría en una negación inmediata de la visa, dice el anuncio, si el funcionario consular decide que el solicitante tiene razones creíbles para no poder presentarlos.
El documento asegura además que no se pedirán las contraseñas de las redes sociales a los solicitantes ni se modificarán sus controles de privacidad en esas plataformas.
El anuncio del Departamento de Estado responde a un memorando del presidente Trump del pasado 6 de marzo, en el que pedía nuevos protocolos para estudiar con mayor rigurosidad a quienes podrían ser inelegibles a una visa estadounidense.
Para evaluar si esta medida es necesaria, el gobierno ha pedido que el público envíe sus comentarios antes del 18 de mayo al correo PRA_BurdenComments@state.gov con el titular Emergency Submission Comment on “Supplemental Questions for Visa Applicants”.
