Aunque para miles de mexicanos la propuesta del presidente electo Donald Trump de construir un muro fronterizo para frenar la entrada de inmigrantes indocumentados es motivo de preocupación, otros ven oportunidad de negocio, como la compañía mexicana Grupo Cementos de Chihuahua (GCC) que le vendería los materiales para llevar a cabo su proyecto.
«No podemos ser selectivos», dijo en una entrevista con Reuters el director general de la compañía, Enrique Escalante.
Trump se propone completar con un gran muro de cemento que abarque las casi 2,000 millas de frontera que dividen ambos países, que sea más fuerte que las placas metálicas que hay en algunos tramos. Además pretende que sea México quien pague por él con las remesas de los inmigrantes.
Escalante señaló que la compañía, que tiene su sede en el fronterizo estado mexicano de Chihuahua, podría tomar parte en la obra suministrando a los constructores parte del concreto y el cementonecesarios para su ejecución.
«Somos un productor importante en esa zona y tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados de la frontera«, añadió.
El ejecutivo consideró que la firma también podría beneficiarse de las promesas de Trump de impulsarotros proyectos de infraestructura y energía en el mercado estadounidense -donde GCC tiene tres plantas- y que supone un 70 por ciento de sus ventas totales. El 30 por ciento restante proviene de México.
«Para el negocio en el que nosotros estamos, Trump es un candidato que favorece bastante la industria», agregó.