Philadelphia.- Javier Flores, un mexicano padre de tres ciudadanos estadounidenses, se escondió en una iglesia en Filadelfia para evitar ser deportado.
El hombre lleva viviendo en los Estados Unidos casi dos décadas y para evitar se echado se escondió en la Iglesia Metodista Unida de Arch Street, donde vivirá indefinidamente, reportó The Huffington Post.
“La iglesia me ha abierto sus puertas”, le dijo Flores a ese diario en una entrevista.
La ley no prohíbe a las autoridades de migración entrar a las iglesias, pero por tradición, el personal de esa área no entra a los templos a buscar personas sin papeles migratorios.
Flores ha trabajado en New Jersey antes de moverse a Pennsylvania, incluso viajó a México para ayudar a su madre con cáncer, y sus problemas migratorios comenzaron cuando intentó volver, en 2007.
La organización “Juntos”, que ayuda a migrantes, está apoyando a Javier y a su familia para regularizar su estatus.
El caso del mexicano no es sencillo, pues en 2004 fue atacado por los hermanos Juan y Armando Hernández, en un posible intento de robo y por el cual sufrió varias heridas.
Por ese caso colaboró con la policía y testificó, lo que ayudó a la deportación de los atacantes a México, pero Flores no puede optar a ese visado, debido a sus entradas ilegales a EEUU.
