jueves, julio 10, 2025

Indocumentados con hijos menores, víctimas del crimen, califican para visa U

Pese a tener tres deportaciones y un delito por manejar bajo la influencia del alcohol (DIU), Ignacio Peña Ochoa logró lo que parecía imposible: regresar a Estados Unidos después de tres años y medio de haber sido deportado a México.

“Todavía no lo creo. No lo asimilo”, dice mientras se talla la cara con las manos con una expresión de asombro.

Peña Ochoa, de 45 años de edad, cruzó a pie la frontera por Tijuana el último 4 de octubre con su visa U, una autorización que se le da a víctimas de crímenes graves. Él estaba muy contento porque se le había cumplido el sueño de tener un estatus migratorio.

“¡Qué diferencia! a cuando entré en 1990 con un coyote. En el cruce había un alambrado caído. Pasamos corriendo”, recuerda.

Este inmigrante mexicano vino por primera vez a Estados Unidos en 1990 como indocumentado. Aquí encontró pareja y tuvo dos hijos que ahora tienen 20 y 24 años.

Pero un día, cuya fecha no recuerda con exactitud, en 2013, fue aprehendido por la policía cuando manejaba bajo la influencia del alcohol por las calles de Los Ángeles. “Me tuvieron detenido seis días y cuando salí, ya me esperaban los agentes de Migración en la cárcel del condado”, cuenta.

Después de tres semanas de estar bajo custodia de Migración fue deportado a México a pesar de que ya tenía en proceso una solicitud ante la entidad para obtener una visa U debido a que su hija Chari Peña, nacida en Estados Unidos, fue víctima de un crimen. La joven había solicitado que sus padres Ignacio Peña y Blanca Pérez, fueran amparados con dicho permiso.

Ya del otro lado, en Tijuana, Peña Ochoa intentó cruzar dos veces. En ambas ocasiones fue deportado.

Desilusionado se fue a la ciudad de México, lugar donde residen sus padres. Allá pasó tres años y medio y trabajó en lo que pudo mientras esperaba la visa U.

La madre de su hija, Blanca Pérez, permaneció en Estados Unidos y recibió la visa U y el permiso de trabajo poco después de la deportación de Peña Ochoa.

En tanto, el proceso del mexicano se demoró más tiempo. “Sabía que iba a llegar y a regresar a Estados Unidos pero no tenía idea de cuándo”, expresó.

Hace unas semanas recibió por fin el documento, alistó maletas y regresó a Los Ángeles.

La familia se rompe

La separación tuvo consecuencias para la familia Peña-Pérez. No solo fue el dolor de los hijos por separarse del padre sino que Peña Ochoa y Blanca Pérez se separaron.

“En mi ausencia por tantos años, ella consiguió otra pareja. Un día me llamó para decirme que había conocido a alguien. Y nuestra relación terminó. Yo lo tuve que aceptar”, dijo.

Blanca Pérez, madre de sus hijos, comentó que la deportación de su expareja fue muy dura. “Los hijos sufrieron mucho. Renegaban de Dios. Mi hija se desmoronó y mi hijo ya no siguió estudiando. En lo económico también fue difícil porque hubo que juntar para pagar a dos coyotes. La primera vez 7,000 dólares y la segunda 5,000 dólares”, narró.

Peña Ochoa no deja de lamentarse de haber manejado en estado de ebriedad. “Fue un grave error que me costó la deportación y perder a mi familia. Yo les recomiendo a los inmigrantes indocumentados que no manejen y tomen”, recalcó.

Ya con la visa U y en espera de recibir en los próximos meses su permiso de trabajo, confiesa que se siente más tranquilo. “En tres años, podré solicitar mi residencia”, dijo optimista.

¿Quiénes se benefician con la visa U?

El abogado en migración Alex Gálvez que ayudó a Blanca Pérez  y a Ignacio Peña Ochoa a obtener su visa U, comentó que muchas personas indocumentadas piensan que para solicitarla, ellos tienen que ser víctimas de un crimen serio.

“Lo que no saben es que si sus hijos menores de 21 años, aunque sean ciudadanos, son víctimas de un delito grave, absolutamente los padres pueden obtener el alivio de la visa U” explicó.

La visa U otorga un permiso de trabajo por cuatro años pero es importante que sepan que después de los tres años y antes del cuarto, deben solicitar la residencia y en cinco años la ciudadanía. “La visa U es prácticamente la residencia”, remarcó el abogado Gálvez.

Y enfatizó que la visa U es el único alivio que puede borrar deportaciones y varias entradas ilegales y delitos menores. “Es más fuerte que tener un niño ciudadano enfermo, porque si una persona quiere obtener un alivio migratorio para cuidar al menor, queda descalificado si tiene violencia doméstica y varias entradas ilegales al país”, subrayó.

Gálvez resaltó que “si eres un indocumentado y fuiste víctima de un delito grave, calificas tú, tu cónyuge y tus hijos menores de 21 años para la visa U. Si la víctima es menor de 21 años, puede solicitar la visa para ella y sus padres indocumentados.

Incluso, anotó que a partir de este año si el esposo de la víctima o sus hijos menores viven en otros país, pueden entrar a Estados Unidos y esperar aquí por la visa U.

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