San Salvador.- Fue de menos a más, recordando los fantasmas que se quedaron en Santa Clara con el 7-0 y trayendo los viejos temores de un equipo mexicano que la eliminatoria de Concacaf le cuesta un mundo.
Al final, México rememoró las buenas sensaciones que había tenido en la etapa exitosa de Juan Carlos Osorio al frente del Tri. El cuadro azteca mostró tesón, carácter y dio pinceladas de fútbol para venir de atrás y vencer 2-1 a El Salvador.
Hoy el Cuscatlán no pesó. El Coloso de Montserrat fue un viejo recuerdo terrorífico donde México históricamente sufrió. Ni la calentura de su gente ni el terrible césped del Cuscatlán fueron un factor que impidieran que el Tri ganara.
Como antes y como suele pasar siempre, el tema de México fue de actitud, tanto para bien como para mal. En el primer tiempo, un equipo desaparecido, partido y errante, con pifias garrafales de equipo amateur.
México no se sintió cómodo en los primeros 45 minutos, mientras El Salvador aprovechaba la lentitud azteca para generarle peligro al arco de Guillermo Ochoa.
Fue a los 24 minutos cuando llegó el gol de El Salvador. Un gran centro al corazón del área fue bloqueado infantilmente con la mano por Jorge Torres Nilo, una de esas jugadas que increíblemente un futbolista profesional tendría que hacer en su carrera. El silbante no dudó y pitó un penal clarísimo que ponía todo cuesta arriba para México.
Alexander Larín se plantó ante Guillermo Ochoa y cobró a lo ‘panenka’ el disparo, incrementando la burla para un equipo mexicano que sentía que enfrente seguía jugando la selección chilena.
México trató de reaccionar, más con base en fuerza que en fútbol, el cual, no apareció. Ángel Sepúlveda intentó una jugada individual que levantó un leve alarido a un Estadio Cuscatlán que hoy estuvo muy lejos del lleno, como si presagiara un desastre.
Con el silbatazo que ponía fin al primer tiempo, se abría el anhelo de ver a una selección mexicana que fuera al frente y empatara el juego. Y del otro lado, una escuadra salvadoreña que eliminara al Tri con un contragolpe.
Las dudas se disiparon rápido gracias al buen fútbol que comenzó a mostrar. En un tiro libre cobrado desde la derecha, Héctor Moreno aprovechó para rematar completamente solo y a los 52 minutos, empatar el juego a uno.
México apretó, echó para atrás a su rival y comenzó a pasear la pelota. El buen juega del Tri era palpable, y el temor salvadoreño también notable.
Tras una jugada colectiva llegó el 2-1. Un centro dese la izquierda por parte de Héctor Herrera fue aprovechado por Ángel Sepúlveda que de cabeza certificó el triunfo.
Todavía en dos ocasiones el actual jugador del Querétaro pudo aumentar el marcador con dos fallas clamorosas en manos a mano.
El Cuscatlán, como pocas veces, se quedaba en silencio. Una noche trágica que tras 52 minutos se derrumbó. El coloso centroamericano se empezó a vaciar sin esperar una reacción de un equipo que se ha comprometido solo por problemas disciplinarios y conflictos entre sus directivos.
El tercero de la tarde llegó desde los once pasos gracias una falta que se cometió a Ángel Sepúlveda y que cobró extraordinariamente Raúl Jiménez.
No se movió más el marcador y prácticamente en los últimos los dos equipos se conformaron con el resultado, los mexicanos satisfechos por su actuación, mientras que los salvadoreños resignados por un nuevo proceso eliminatorio en el que no se cumple el objetivo de ni siquiera, avanzar al Hexagonal.
Con este resultado, México volvió al triunfo después del histórico 7-0 que se comió en Chile. Lo hizo exhibiendo un gran segundo tiempo para llegar a 15 puntos y esperar en días más a Honduras para cobrarse el Aztecazo.