Grecia.- La Unión Europea (UE) no puede dejar a Grecia «sumirse en el caos» ante el flujo migratorio en su territorio, insistió este domingo la canciller alemana Angela Merkel, cuando el cierre de fronteras en los Balcanes bloqueó a miles de migrantes en suelo heleno.
«¿Pueden ustedes creer seriamente que los países de la zona euro hemos combatido hasta el final por que Grecia se mantenga en el euro (…) para que, un año más tarde, ya sobre el final, dejemos (…) a Grecia sumirse en el caos?», se preguntó Merkel durante una emisión de televisión en la cadena pública ARD.
«Mi maldito deber y mi obligación es que esta Europa debe encontrar un camino conjunto», aseguró con un lenguaje poco habitual en la canciller.
«Pienso que no podemos actuar de manera a abandonar Grecia. Por eso, vamos a abordar el próximo lunes [7 de marzo durante la cumbre de la UE] cómo vamos a restablecer el sistema [de libre circulación] Schengen paso a paso con Grecia», apuntó Merkel, quien dijo permanecer en contacto habitualmente con el primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Grecia es la puerta de entrada en Europa para los migrantes, especialmente los sirios que huyen de la guerra a través de Turquía, y que buscan obtener el estatuto de refugiado en Europa. Para muchos de ellos, Alemania es su destino final.
Sin embargo, Macedonia cerró su frontera con Grecia, bloqueando así a unas 22.000 personas en territorio griego.
La situación podría empeorar aún más después que Eslovenia y Croacia, miembros de la UE, así como Serbia y Macedonia, decidieran el viernes limitar a 580 el número de personas que transitan diariamente por sus territorios.
La medida se produce en respuesta a una decisión similar de Viena que la semana pasada limitó a 80 el número de demandantes de asilo y a 3.200 el de personas que pueden cruzar a su territorio por día.
«El problema es que actuaron por ellos mismos y arbitrariamente y eso no es bueno cuando dejamos a un país de lado», destacó Merkel durante este programa dominical.
«La responsabilidad de Alemania es que este problema se solucione con todos los países y no sólo a expensas de un país. Esto es lo que hicimos durante la crisis del euro y es lo que debemos hacer también con la crisis de refugiados», insistió la jefa del gobierno alemán.
Pese a las críticas en su país por su política considerada como muy aperturista respecto a los refugiados y migrantes, la canciller reiteró de nuevo sus convicciones.
Tras rechazar las medidas nacionales de cierre de fronteras, Merkel subrayó que la solución a la crisis de refugiados pasaba por la lucha contra los traficantes de seres humanos en el Mediterráneo, la mejora de las condiciones de vida de los sirios en los campos de refugiados en Turquía, Jordania y Líbano, y por encontrar una solución al conflicto en Siria.
La jefa del gobierno alemán recordó también que los países europeos debían, a su juicio, ponerse de acuerdo sobre las cuotas de acogida de refugiados, una propuesta rechazada por la mayoría de Estados miembros.