Berlín – Alemania.- El sujeto que abrió fuego, el pasado miércoles, en la ciudad alemana de Halle, ocasionando la muerte de dos personas, admitió haber cometido el delito.
Según los fiscales, quienes han identificado al atacante como Stephan B. (en Alemania, la ley no permite revelar el nombre de los criminales), indicaron que el atentado no dejó más víctimas mortales, debido a la mala puntería del hombre y a la poca fiabilidad de sus armas.
En su arremetida, el agresor pretendía ingresar a una sinagoga, en la que se celebraba la festividad judía del Yom Kipur. Al no poder entrar al recinto, Stephan B. optó por dispararle a una mujer de 40 años. La víctima llamó la atención del sujeto, luego de gritarle.
Poco después, el atacante se movilizó hasta un restaurante cercano, en el que hirió a un hombre. Al notar que no le había causado la muerte, Stephan B. caminó hasta su vehículo, buscó otra arma y regresó para ponerle fin a la vida de esa segunda persona.
Más tarde, quiso enfrentar a otros nueve individuos, entre ellos policías. Sin embargo, sus armas (fabricadas con una impresora 3D) y su mala puntería jugaron a favor de sus contrarios.
Antes de la embestida, el agresor, de 27 años, publicó un manifiesto de 11 páginas en el que esbozaba su plan. En ese mismo documento, exponía ideas abiertamente racistas y antisemitas.
