Los Ángeles – EEUU.- Con 36 años de edad, Alonso Duarte es uno de los tantos nicaragüenses que han huido de ese país, temiendo represalias de parte del gobierno del presidente Daniel Ortega.
El activista, que espera la aprobación de su asilo político en Estados Unidos, escapó de Nicaragua hace nueve meses, luego de recibir una llamada en la que se le advirtió que su vida corría peligro.
Fue el líder campesino, Medardo Mairena, quien se comunicó con él para decirle: “tienes que irte, te van a matar o a arrestar”.
Poco antes, Duarte había protagonizado una de las tantas protestas que se registraron en Nicaragua durante 2018. “La idea era mantener esos tranques (bloqueos de carreteras) hasta que el dictador (Daniel Ortega) se fuera”, relata.
Luego de de ser alertado, Alonso Duarte, quien estuvo preso en 2016 por oponerse a la construcción del Canal de Nicaragua, se fue a las montañas, junto a otro grupo de perseguidos. Quiso llegar a Costa Rica, pero no lo consiguió, por lo que regresó a Managua.
“No es fácil salir de Nicaragua porque todo está muy militarizado y hay muchos informantes”, comenta.
Un mes después de aquel intento fallido, pudo trasladarse hasta Honduras y de allí saltó a México. Fue en la nación azteca donde estableció contacto con varios miembros de la diáspora nicaragüense en Estados Unidos.
Gracias a esas conversaciones, Alonso conoció a Mario Mairena, su patrocinador en suelo norteamericano. Fue él quien colectó los 5.000 dólares de fianza que Duarte tuvo que pagar para salir de la cárcel texana en la que fue recluido por entrar, de manera irregular, en territorio estadounidense.
“A Mario (…) le tomó dos semanas conseguir el dinero a través de eventos que llevó a cabo en la comunidad de Los Ángeles”, recuerda.
Antes de ser confinado, Alonso Duarte fue sometido a un salvaje cuestionamiento, realizado por agentes de migración. Gracias a sus respuestas consistentes y a los documentos que llevó consigo al momento de irse al exilio, el nicaragüense pudo acceder a la entrevista de miedo creíble.
Cuando se cumple un mes de haber conseguido la libertad, Alonso Duarte dice estar tranquilo. Espera obtener el asilo político, permanecer en Estados Unidos y desde allí “hacer conciencia” para que los estadounidenses puedan conocer el drama que pueden llegar a vivir aquellos que se oponen al presidente Daniel Ortega.
