Lima – Perú.- Cuatro dantescos feminicidios en la última semana llenan de más sangre un año que ha sido para las mujeres uno de los más mortales de la década en Perú.
Los crímenes de esta semana, con los que llegan a 164 los registrados en 2019, ocurrieron en diferentes zonas del país y uno de ellos incluyó a tres hijos de la víctima, según las historias de El País que son reflejadas en este artículo.
En la selva, en la región de San Martín, María Alvarado Cruz murió por causa de las quemaduras en 90% de su cuerpo. Su esposo Leoncio Daza, de 50 años, la roció con combustible y le prendió fuego la madrugada mientras dormía.
Alvarado fue ingresada a cuidados intensivos en un hospital local. La gravedad de las heridas hizo imposible su traslado a Lima. Daza está bajo prisión preventiva. Fue acusado de feminicidio y lesiones graves.
Catty Ríos Alfaro, de 40 años, tampoco pudo poner resistencia. Su pareja le disparó mientras dormía en su puesto de venta en una feria navideña en Chanchamayo, a unas ocho horas de Lima.
Ríos ya había denunciado a Edward Grimaldo Ramos por violencia psicológica. A su madre Gisela Alfaro le contó que había amenazado con matarla.
En un comunicado sobre el caso, la Fiscalía indicó que Ríos tenía intenciones de separarse de Ramos por violento y celoso.
En Otuzco, en la sierra norte, Martina Cruz Haro, de 41 años, fue asesinada a golpes. Su pareja se suicidó.
En Lima, Jessica Tejada y tres de sus cuatro hijos murieron en un atroz crimen cometido por su pareja.
Juan Huriapata mató a cuchilladas a Tejada y al hijo de ella, de 15 años, quien trató defender a su madre.
Luego el hombre prendió fuego a la casa donde murieron una bebé recién nacida y una niña de dos años. Solo uno de los hermanos, de nueve años, sobrevivió. Escapó de la casa. Huriapata fue privado de libertad.
El caso de Tejada, quizás el más mediático, conmocionó al país. Los seis agentes de guardia en la comisaría próxima a la casa donde ocurrió el crimen fueron retirados de sus puestos y denunciados penalmente ante la Fiscalía.
Vecinos de las víctimas recorrieron unos 160 metros hasta el puesto policial para pedir ayuda. Los agentes llegaron 40 minutos de después.
La ministra de Justicia, Ana Teresa Revilla, está en el centro de la opinión pública y medios peruanos piden su renuncia.
Al salir de la misa de Gallo en la catedral de Lima, Revilla fue consultada por periodistas sobre el crimen de Tejada y sus hijos, pero evadió la pregunta por estar “en pleno momento de Navidad”. Pocos momentos después opinó sobre el hecho pero su primera respuesta se hizo viral.