Los Ángeles – EEUU.- El perdón de un juez le permitió a Ana Del Carmen Chacón, una madre y abuela nicaragüense, recuperar su estatus de residente legal en Estados Unidos.
Ana Del Carmen pisó suelo estadounidense en 1988. En aquel entonces, la mujer, que ahora tiene 51 años, llegó a través de la frontera sur y solicitó asilo para ella y sus dos hijas mayores, pues a la menor la había dejado en su país de origen.
Aunque su petición fue denegada, varias décadas después, la inmigrante consiguió la residencia permanente. Lo hizo en 2004, a través de la NACARA, el Acta de Alivio y Ajuste que permitió a centroamericanos y europeos del este obtener un camino hacia la ciudadanía.
Sin embargo, años después Ana Del Carmen cometió una falta menor. En esa ocasión, no fue condenada y pudo volver a su casa; mas en 2014, tras un reajuste de las leyes estadounidenses, la ofensa le trajo severas consecuencias.
La nicaragüense fue detenida en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, cuando regresaba de su país. “Me explicaron que me había salido algo en mi récord”, relata la mujer, quien asegura que los oficiales le notificaron que “tenían órdenes de quitar la residencia por ciertos delitos”.
La madre fue puesta en prisión durante toda una noche y, al día siguiente, dejada en libertad, perso sin sus documentos, entre ellos su “Green Card”.
Tres años después, en 2017, Ana Del Carmen asistió a su primera audiencia en una corte de migración. Desde ese entonces y hasta el pasado 23 de agosto, la inmigrante luchó para permanecer en Estados Unidos.
“En la última audiencia, después de que mi abogada expuso mi caso ante el juez, él me preguntó si yo tenía algo que decir. Yo miré al juez de frente, y sin apartar nunca mi vista de su mirada y bajar la cabeza, le dije que estaba muy arrepentida de la falta que había cometido en el pasado y que lo único que deseaba era estar con mi familia”, dice la guatemalteca.
Después de escucharla, el magistrado le dijo que, en 25 años de carrera, no había conocido a alguien que reconociera sus errores y, finalmente, le concedió su clemencia.
Tras la decisión, Ana Del Carmen Chacón no sólo recuperó su estatus legal, sino los bríos para continuar su lucha por la ciudadanía. “No la solicité antes por miedo al examen, pero ahora ya no tengo temores. Nada más reúno lo que cuesta la solicitud y me haré ciudadana”, afirma tajante.
