Washington – Estados Unidos.- Miles de migrantes en Estados Unidos ven con preocupación la nueva decisión de Donald Trump, de rechazar los permisos de Residencia Permanente o ciudadanía para los beneficiarios de programas sociales.
La comunidad hispana en su mayoría y otros provenientes de países africanos y de Oriente Medio aseguraron que la nueva regla de USCIS de «carga pública» afectara en su mayoría a los niños.
“Los beneficios son para los niños”, dijo Beltrán, un guatemalteco que reside en Estados Unidos desde hace 14 años.
El guatemalteco durante una protesta a pocos kilómetros de la Casa Blanca, específicamente en el barrio Columbia Heights, indicó que “hay veces que el padre o la madre no tienen permiso legal y por el miedo a que los vayan a buscar a la casa para ser arrestados los inmigrantes no aplican a programas sociales”.
Otra de las personas que rechaza la nueva regla es Andrea Coronado, una mujer guatemalteca quien tiene dos hijos y le da temor que su proceso migratorio se vea afectado por las ultimas decisiones.
“Va a ser un gran impacto para nuestra comunidad latina, más que todo porque Trump está actuando con mucho racismo. Y en lo personal pienso que nos va a afectar”, aseguró.
Por su parte, la directora ejecutiva de la Clínica del Pueblo, Catalina Sol, cuya organización atiende a inmigrantes explicó que la nueva regulación anunciada está diseñada para causar “miedo”.
Sol aclaró que los servicios sanitarios financiados públicamente están dirigidos, sobre todo, a residentes permanentes durante cinco años y no a quienes están en proceso de obtener esta condición.
“Es discriminatorio de muchas maneras, es racista y está diseñada para dar la idea de que cualquier uso legítimo de beneficios públicos me pueden dañar a la larga”, advirtió Sol.