Ciudad de México – México.- El gobierno de México ha decidido reforzar la seguridad de su frontera con Guatemala, con la intención de frenar la inmigración ilegal desde Centroamérica hacia Estados Unidos.
Días después de que el presidente Donald Trump amenazara con imponer aranceles a las importaciones mexicanas, si las autoridades de ese país no hacían más para evitar la llegada de indocumentados a suelo estadounidense, el Instituto Nacional de Migración (Inami) y efectivos de la Guardia Nacional instalaron retenes en un buen tramo de la Carretera Panamericana, una arteria vial que conecta a casi todo el continente.
Las alcabalas inician en el municipio de Suchiate, justo en el límite entre México y Guatemala, y terminan en el municipio de San Pedro Tapanatepec, en la frontera entre los estados de Chiapas y Oaxaca. En cada una de ellas, los agentes migratorios revisan meticulosamente cada vehículo, particularmente aquellos que pueden transportar a personas que tendrían la intención de continuar su camino hacia Estados Unidos.
Entretanto, en el estado de Veracruz, funcionarios de la Policía Federal y del Inami escrutan cuidadosamente a “La Bestia”, el ferrocarril que une el sur de México con su frontera norte y que es empleado por cientos de indocumentados, con la finalidad de atravesar toda la geografía azteca para luego llegar hasta territorio estadounidense.
En declaraciones a la prensa, Alejandro Encina Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración del gobierno mexicano, negó que el reforzamiento de la seguridad en los estados que limitan con Guatemala implique una militarización de la zona. Encina Rodríguez aclaró que sólo se busca intensificar la lucha contra las bandas que se dedican al tráfico ilegal de personas. Muchas de esas organizaciones emplean a México como país de tránsito para hacer llegar a los indocumentados hasta Estados Unidos.