California-Estados Unidos.- Como cada mañana Juan Aquino Guzmán, de 39 años y nacionalidad mexicana, salió de casa para llevar a su hijo a la escuela. Cerca de la esquina de las Calles Pierce y San Fernando en la zona de Pacoima en el Valle de San Fernando, agentes del Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE), se acercaron a Guzmán y a su hijo autista y tras darse cuenta que era inmigrantes y pesaba sobre él una orden de deportación previa, lo detuvieron.
“Dos camionetas, una roja y negra, que nos venían siguiendo desde que salimos de la casa, nos obligaron a parar. Le pidieron a mi papá su ID (tarjeta de identificación), y le dijeron que se bajara de la van”, dice Juan Pablo Guzmán Hernández de 12 años, quien fue testigo del incidente y se percató que los agentes tenían en su espalda la identificación de policía y en el brazo se observaban las siglas ICE.
“Yo me puse muy nervioso. Comencé a agitarme. Le llamé a mi mamá por teléfono para que fuera por mí”, relata el menor, quien tiene autismo.
La detención de Juan Aquino, mantiene a la familia desesperada y en angustia, pues no tienen plata para pagar un abogado encargado en temas de migración, no saben cómo harán para sobrevivir sin el ingreso del jefe de la familia, y para los dos hijos menores, el impacto emocional ha sido devastador.
“’¿Qué está pasando?’, le pregunté a mi hijo. Me dijo que la policía los había detenido. Pensé que era un problema de tráfico y que no pasaba nada, pero luego mi hijo me dijo que era ICE”, explica Marisela Hernández, esposa del detenido, quien al no tener estatus migratorio tuvo que pedir a su hermana que fuera recoger al adolescente.
“Cuando ella llegó, los agentes del ICE le preguntaron si era ciudadana, y le pidieron su identificación. Luego le dijeron que me metiera al carro para que no viera cuando esposaban a mi papá y como se lo llevaban”, comenta el menor dando detalles de la llegada de su tía al lugar.
Juan Aquino, tenía más de 24 años viviendo en Estados Unidos, fue llevado al Centro de Detención Theo Lacy de ICE en el condado de Orange.
“Logré hablar con él unos segundos. Estaba llorando por los niños. Él es el único que trabaja en la casa. Sin sus ingresos, no podremos pagar la renta ni completar para los gastos”, dice Marisela.
Hace seis meses, Juan Aquino pasó una noche en la cárcel cuando fue acusado de un robo menor en una tienda de Home Depot. Según Marisela, su esposo fue confundido con otra persona y acusado injustamente ya que él no robó nada.
El inmigrante mexicano no tenía un empleo fijo. Se ganaba la vida como jornalero.