El Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés) ha revisado sus procedimientos para facilitar que los inmigrantes puedan conseguir su “Green Card” una vez casados con un ciudadano estadounidense.
Tras el matrimonio, los inmigrantes logran un permiso temporal para residir y trabajar en el país, que es válido únicamente por dos años. Una vez expira ese plazo, aquellos que deseen la residencia permanente deben probar que su matrimonio no es un fraude destinado a burlar las leyes migratorias.
Deben presentar para ello un formulario (I-751) y pasar en casi todos los casos una entrevista con un oficial de inmigración, en la que, juntos o por separado, son interrogados sobre aspectos personales para probar que su matrimonio es legítimo.
Un nuevo memorándum revisa ahora este procedimiento, según ha adelantado el diario Miami Herald, eliminando a partir del 10 de diciembre la necesidad de hacer una entrevista si el agente de inmigración tiene suficientes pruebas ya, no hay dudas complejas o sospechas de fraude que lo hagan necesario, o si el extranjero ya ha sido entrevistado anteriormente.