Pesadilla del Tottenham en la Premier League

El Tottenham de Inglaterra está llevando a cabo uno de los proyectos más ambiciosos del fútbol inglés después de tomar la iniciativa de construir un nuevo estadio, el Spurs New Stadium, una inversión millonaria que ronda los 970 millones de dólares y que lo privó de comprar refuerzos.

Después de la demolición del «The Lane» en 2017, el cual tenía una capacidad de 36 mil personas, los «Spurs» pasaron a ser locales en el Estadio de Wembley, recinto en donde disputaron toda la temporada anterior. A esta altura el nuevo campo ya tendría que haber sido estrenado, sin embargo el club emitió una alerta con una «actualización urgente».

El nuevo White Hart Lane, que dispondrá de 62 mil asientos y una infraestructura de última generación, debía estar listo para el comienzo de este campeonato. Sin embargo, los de Mauricio Pochettino volverán a hacer de locales en el Estadio de Wembley contra el Fulham el próximo sábado.

La inversión, además, le costó ser el único equipo de la Premier en no incorporar refuerzos en este mercado, algo que no ocurría desde el año 2003.

La construcción se demoró, y si bien ya se confirmaron los próximos partidos en «casa», ante el Liverpool (15 de septiembre) y Cardiff (6 de octubre), el problema podría generarse en el duelo con el Manchester City del 28 de octubre. El Tottenham no está habilitado para jugar en Wembley esa fecha, ya que el estadio está reservado para un encuentro de la NFL entre los Philadelphia Eagles y los Jaguars de Jacksonville.

Además, según las reglas de la Premier League, un equipo no puede jugar en dos terrenos diferentes durante la misma temporada, una idea que se había propuesto con el Etihad como destino.

El presidente Daniel Levy dijo: «Sabemos que esto será decepcionante para todos nuestros socios, miembros premium y nuestros fanáticos de todo el mundo. Al comienzo del proyecto, le pedimos su apoyo durante lo que sabíamos que sería una construcción compleja y desafiante, y ahora le pedimos paciencia y paciencia».

Del otro lado, Mark Waller, vicepresidente Ejecutivo de la NFL, reconoció: «Todos han estado tan entusiasmados con la posibilidad de jugar en el nuevo Tottenham Hotspur Stadium y sé que todos en el club están muy decepcionados. Comprendemos totalmente el problema. El nuevo estadio será un lugar increíble para la NFL y estamos muy entusiasmados con nuestra asociación a largo plazo con Tottenham Hotspur».

El Tottenham, que viene haciendo de local en Wembley desde la derrota por 2-1 ante el Chelsea del 20 de agosto de 2017, pidió disculpas a toda la afición por el retraso en las obras y seguirá luchando por permanecer en el recinto, hasta que se complete el trabajo de construcción.