New York.- El pequeño Pedro de 8 años fue separado de su padre hace un año. Sigue sin saber de él.
Pedro, a quien solo se le identifica por ese nombre en un reporte del New Yorker, cruzó la frontera por el desierto de Arizona con su padre en julio de 2017 y fueron apresados por oficiales de inmigración.
Según dijo a la revista Jennifer Anzardo Valdes, directora del programa legal para niños de la organización Estadounidenses por la Justicia de los Inmigrantes, a Pedro lo “persigue” el recuerdo de cómo fue separado de su padre.
“Tiraron a su padre al suelo y lo pisotearon», dijo Valdes. “Lloró y gritó y le arrebataron a su padre sin ninguna explicacion”.
El pequeño no habla inglés ni español, sino la lengua indígena Acateco. Ningún agente de inmigración en la escena hablaba su idioma.
«Todo lo que entendió fue que no volvería a ver a su padre», dijo Valdés, quien se comunica con él a través de un programa de interprete tecnológico.
Localizan a tía del menor
Las autoridades pudieron localizar a su tía en el sur de la Florida y darle su custodia, pero todavía no hay rastro de su padre.
Luego de que el Gobierno procesara papeles de deportación en su contra, se espera que el niño de ocho se represente a sí mismo en una corte de inmigración. Una corte del Noveno Circuito establece que los niños inmigrantes indocumentados no tienen derecho a un defensor público.
Pedro probablemente se comunicará con el juez a través de un interprete.
El caso de Pedro es anterior a la política de “tolerancia cero” del gobierno anunciada en abril, que busca enjuiciar criminalmente a todos los inmigrantes indocumentados y ha resultado en la separación de más de 2.000 niños de sus padres.
Tras críticas y la presión de miembros de su mismo partido, el presidente Donald Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva que permite mantener a las familias unidas en la frontera. Pero, no han dado explicación ni detalles de cómo van a a reunir a los niños indocumentados como Pedro con sus familias tras ser separados.