LOS ÁNGELES, California.– La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) pidió esta semana al fiscal del condado Kern, en el valle central de California, que investigue a los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) que persiguieron a una pareja mexicana, padres de sesis hijos, que murieron cuando su vehículo se estrelló contra un poste de luz cuando huían de las autoridades migratorias.
«Estamos profundamente preocupados por los informes de que los agentes de ICE mintieron al Departamento de Policía de Delano sobre su papel en el trágico accidente automovilístico», dijo Michael Kaufman, abogado asesor de ACLU.
El pasado 13 de marzo el matrimonio de Santos Hilario García y Marcelina García, ambos indocumentados, recibieron una orden de detenerse por parte de una camioneta de ICE con agentes en su interior.
De acuerdo al testimonio inicial de uno de los agentes de Inmigración, la pareja se detuvo y luego emprendió la huida hasta que el conductor perdió el control del vehículo y se estrelló contra un poste. En ese momento, ICE aseguró que no persiguió el auto con las sirenas encendidas.
Sin embargo, la Policía de Delano encontró discrepancias tras comprobar en imágenes captadas por cámaras de vigilancia que la patrulla sí llevaba las luces policiales encendidas.
Sus muertes no fueron en vano
El departamento policial entregó este miércoles un informe a la oficina de la fiscal Lisa Green para que evalúe si hay méritos para interponer cargos en contra de los agentes de ICE por la muerte de los trabajadores agrícolas, quienes fueron repatriados a México tras un sentido servicio fúnebre.
Kaufman aseguró que el incidente forma parte de un patrón más amplio de comportamiento engañoso por parte de los agentes de esta agencia federal en el condado Kern.
«Estos operativos incluyen la artimaña y la suplantación de oficiales de Policía, que socavan la seguridad pública y la confianza e innecesariamente ponen en riesgo a los residentes de California», agregó.
Arturo Rodríguez, el presidente de la Unión de Trabajadores Campesinos (UFW), pidió justicia para la pareja de campesinos que emigró en 2003 y dejó huérfanos a seis hijos, todos menores de edad y un pequeño nieto.
ICE verificó que Hilario y su esposa Marcelina fueron perseguidos la mañana del 13 de marzo porque el aspecto físico del inmigrante guerrerense coincidía con la descripción de otro ciudadano mexicano buscado por sus agentes.
«¿Cuál es la razón por la cual ICE paró a estas personas? ¿Fue porque coincidían con una descripción de una familia de trabajadores agrícolas trigueños? Esperamos obtener más claridad sobre el asunto. ¿Cuál es la práctica que están usando para detener a personas al azar?», cuestionó en días posteriores al accidente Leydy Rangel, una especialista en comunicaciones de la UFW.
Lori Haley, portavoz de ICE, confirmó a Univision Noticias que Santos Hilario García, de 35 años, regresó voluntariamente a México tres veces entre 2008 y 2017 y fue deportado de manera expedita en 2017. El inmigrante fue acusado en 2014 por conducir bajo los efectos del alcohol (DUI). Su esposa Marcelina, de 33, no tenía antecedentes penales.
«Este incidente demuestra cuán peligrosas son las prácticas ilegales de ICE para nuestras comunidades», declaró Jennie Pasquarella, directora de Derechos de Inmigrantes y abogada principal la Unión Americana de Libertades Civiles en California.
