El Consejo de Seguridad de la Organización Naciones Unidas (ONU) aprobó el viernes una resolución en la que solicita a Israel el cese de la construcción de asentamientos israelíes en territorio palestino en un voto unánime, que pasó con la abstención de los Estados Unidos que no usó el poder de veto como lo viene haciendo hace desde hace años.
El documento dice que las edificaciones amenazan la viabilidad de una solución entre ambos estados e insta a israelíes y palestinos a volver a las negociaciones. Además, reafirma la ilegalidad de los asentamientos israelíes en terrenos ocupados, incluido Jerusalén oriental. La resolución también condena la «incitación palestina a la violencia» y todo tipo de acto extremista.
De los 15 países miembros que integran el Consejo de Seguridad de la ONU, la medida obtuvo 14 votos a favor y la abstención de EEUU, siendo aprobada 14-0. Esta es la primera vez en décadas que el Consejo de Seguridad aprueba una resolución crítica sobre los asentamientos.
Esta abstención refleja la posición que la administración de Barack Obama tiene sobre el crecimiento de estas construcciones israelíes en tierras palestinas, a las que considera un obstáculo para la paz. A menos de un mes del fin de su mandato, esta decisión de no vetar es una expresión simbólica de descontento.
Samantha Power, embajadora de EEUU en la ONU, justificó la decisión del país de la abstención en la votación de la resolución contra Israel en que «EEUU no está de acuerdo con todas las palabras que están en la medida» pero que el texto «refleja los hechos que están sucediendo en el terreno».
Power luego amenizó el mensaje con un guiño a Israel con una crítica a la ONU por haber «perpetuado un doble rasero» al condenar las acciones israelíes «mientras guardaba silencio sobre la incitación palestina».
Trump en el medio
La resolución se produjo un día después de que una votación programada fuera pospuesta y que según reportó el New York Times, el presidente electo Donald Trump y su equipo hablara con el presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sisi -país que finalmente aplazó la votación- y con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
No es común el hecho de que un presidente electo que aún no ha asumido el poder intervenga en cuestiones de política exterior y, mucho menos, en la ONU. Trump ya había dejado asomar sus intenciones desde las redes sociales esta semana, cuando afirmó desde las redes sociales que la resolución «debería ser vetada».
«La resolución que se está examinando en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con respecto a Israel debería ser vetada. Como sostiene EEUU desde hace mucho tiempo, la paz entre israelíes y palestinos solo vendrá a través de negociaciones directas entre las partes, y no a través de la imposición de términos por la ONU. Esto coloca a Israel en una posición de negociación muy pobre y es extremadamente injusto para todos los israelíes», escribió en su perfil de Facebook.
