Arizona.- De pie frente a la alta malla de acero que divide Estados Unidos y México durante una visita a Arizona, el precandidato demócrata a la presidencia Bernie Sanders prometió el sábado mantener unidas a las familias de inmigrantes. Arizona sostiene sus elecciones primarias la próxima semana.
Sanders estuvo acompañado por el jefe policial del condado Santa Cruz, Tony Estrada, y el representante federal Raúl Grijalva. El senador de Vermont inició las actividades del día con un recorrido a pie a lo largo de una pequeña calle junto al cruce fronterizo Nogales-Morley, donde habló con dos jóvenes inmigrantes sobre sus problemas para obtener el permiso de residencia en Estados Unidos.
Un pequeño grupo de personas que se identificaron como veteranos de guerra estadounidenses deportados se congregó en el lado mexicano de la frontera en apoyo a Sanders. Un solo hombre se manifestó contra Sanders y siguió a su grupo en varios lugares.
Desde la frontera entre ambos países, Sanders acusó al precandidato republicano Donald Trump, que el sábado también realizaba actos de campaña en Arizona, de usar retórica dañina.
«Esperaría que todos nosotros nos sintamos horrorizados por los comentarios divisivos, intolerantes y xenófobos de personas como Donald Trump», declaró Sanders.
Sanders se comprometió a expandir dos programas iniciados por el presidente Barack Obama que pretenden proteger a los inmigrantes de ser deportados. Uno, la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), ofrece beneficios a jóvenes que llegaron a Estados Unidos sin permiso de residencia y siendo niños. El otro, la Acción Diferida para Padres de Estadounidenses, beneficiaría a los padres de ciudadanos estadounidenses menores de edad. Este último no ha entrado en vigor y está siendo discutido en corte.
Sanders dijo que lucharía por mantener a las familias unidas.
«Estoy sorprendido por el temor y sorprendido por la tristeza que controla a muchos de ellos», afirmó.
El senador de Vermont ha centrado su campaña casi exclusivamente en Arizona en la última semana mientras trata de recuperarse de su derrota de la semana pasada ante Hillary Clinton. En Tucson habló ante cerca de 7.000 personas y posteriormente visitó la Nación Navajo, en una inusual visita de un precandidato a la presidencia a la comunidad india más grande del país. Sus actos de campaña para pedir el voto de los indios nativos incluyeron una visita de su esposa a un sitio sagrado apache cerca del lugar donde se ha propuesto una mina de cobre a la que Sanders y las tribus se oponen rotundamente.