En Normanna, un pequeño pueblo en el sureste de Texas, una viuda ha visto crecer el dolor por la muerte de su esposo debido a la negativa de un cementerio local a enterrar allí los restos de su marido bajo el argumento de que «es hispano».
Donna Barrera recibió un «no» como respuesta cuando pidió al dueño del cementerio San Domingo enterrar en este lugar a su difunto esposo, Pedro Barrera, según declaró a un medio televisivo local.
«Amo a mi esposo con todo mi corazón. Estuve 44 años con él y entonces de pronto viene esto de manera inesperada y desagradable», señaló.
Jimmy Bradford, dueño de la Asociación Cementerio San Domingo, fue enfático en su postura y recordó que la política actual del camposanto no permite que ningún hispano o afroamericano sea enterrado dentro de su jurisdicción.
«Él es un mexicano o desciende de españoles o como quiera que lo quieras decir, eso es lo que le dije y eso es lo que hemos hecho», afirmó Bradford, quien explicó que la tierra donde se asienta el cementerio perteneció a su tatarabuelo, quien pidió que fuera solo usado «para blancos».
«Me imagino que si ella le dice a Obama y él viene hasta aquí y me dice creo que tendría que hacerlo, de otra forma no«, manifestó el propietario, en alusión a una posible reconsideración de la respuesta dada a Donna Barrera.
El caso del cementerio «solo para blancos» en Normanna es el segundo del cual se tiene conocimiento en lo que va del año en Texas. En Denton, al noroeste de Dallas, recientemente el concejo de esa ciudad aprobó de manera unánime que se destinen parcelas solo para gente blanca en el cementerio local.
Brent Wilkes, director nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), reveló que la organización referirá el caso al Departamento de Justicia.
«Usted no puede discriminar en base a la raza, es completamente ilegal y en contra de la Constitución», aseguró Wilkes, quien calificó el hecho de «muy perturbador y decepcionante».
«Creí que era algo que habíamos enterrado hace 50 años», reconoció.
