New York.- Documentos recientemente publicados, escritos por Osama bin Laden, incluyen la última voluntad del terrorista, cartas personales y advertencias a países, entre ellos Estados Unidos. Los documentos muestran que él afirmaba que todavía tenía un valor de millones de dólares, aún cuando luchaba por permanecer siendo importante mientras su red de Al Qaeda se dividía.
Su testamento, con fecha de la década de 1990, era solamente uno de muchos documentos que revelaban que la muerte nunca parecía estar lejos de los pensamientos de bin Laden.
En él, bin Laden decía que tenía 29 millones de dólares en Sudán que deseaba que fueran usados en el «yihad por el bien de Alá», mientras que también disponía de una pequeña porción de esa cifra para varios miembros de su familia. El paradero del dinero es desconocido.
En una carta separada, de 2008, él escribió: «Si soy asesinado, recen mucho por mí y hagan caridad en mi nombre».
La inteligencia mediática de bin Laden también estaba en exhibición. En una carta sin fecha en donde él escribió sobre el décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre, él buscaba algo parecido a un bombardeo aéreo en las noticias con el propósito de destacar su creencia en que los ataques fueron los precursores de una crisis financiera a nivel mundial del final de la década de 2000.
Él recomendaba que sus tenientes contactaran a CBS, a otras cadenas estadounidenses no identificadas y al jefe de la oficina de Al Jazeera en Islamabad para lanzar algún tipo de aniversario especial, y recomendaba a Robert Fisk, un periodista que lo entrevistó anteriormente para que lo moderara.
Las dificultades financieras de Al Qaeda también se ven a través de los documentos, ya que bin Laden sugiere un esquema que extorsionaría dinero de otros países, entre ellos Mauritania, a cambio de una promesa de que Al Qaeda no los atacaría en el futuro.
No obstante, bin Laden, de hecho, expresó su preocupación acerca de atacar a Irán y Turquía, ya que gran parte del dinero de Al Qaeda viajaba a través de esos países en su camino hacia los miembros de la organización.
Curiosamente, bin Laden también parece haber considerado mudarse de Abbottabad en enero de 2011, unos cinco meses antes de su eventual muerte pero, al parecer, no fue porque creyera que estaba siendo rastreado.
Además, también hubo diferencias aparentes con la actual filosofía de ISIS en cuanto a establecer un califato como una base de operaciones. Bin Laden se mostraba reacio a luchar por un califato debido a la dificultad en la obtención de apoyo popular para ello, junto con la carga que conlleva el gobierno del día a día.
Sin embargo, sus preocupaciones eran a menudo más mundanas, relativo a la educación de ciertos familiares y el tratamiento médico de otros.
En una carta con fecha de menos de tres meses antes de su muerte, bin Laden escribió que prefería que una mujer de su familia visitara a una doctora para que le describiera una serie de síntomas no identificados y dijo que debía hacerse una radiografía o una ecografía si los síntomas persistían.
En otra carta, bin Laden expresó su gratitud porque un hermano suyo pudo visitar a un dentista… algo que el hombre más perseguido del mundo era incapaz de hacer.
Los documentos –más de 100– que fueron publicados el martes son el segundo paquete que ha sido publicado por los servicios de inteligencia y siguieron un riguroso proceso de revisión interinstitucional para determinar cuáles documentos están listos para su publicación al público luego de ser desclasificados y traducidos del árabe.
«Es importante que los documentos reunidos en el complejo de bin Laden estén a disposición del público», dijo Brian Hale, director de asuntos públicos para el Director de Inteligencia Nacional, en un comunicado de prensa que acompaña los documentos.
«Esta no fue una tarea fácil ya que los miembros del grupo de trabajo estuvieron dedicados a esta actividad durante un largo período de tiempo», dijo.
Los últimos documentos también ilustran sobre la preocupación de bin Laden acerca de una brecha cada vez mayor entre Al Qaeda, sus afiliadas y sus esfuerzos para presentar a la red terrorista como una organización unificada.
En una carta al pueblo de Libia, bin Laden elogió el derrocamiento del «tirano» Moammar Gadafi, pero pidió que el país se uniera bajo la bandera de la ley islámica, al tiempo que advertía a Estados Unidos y a otros países que se mantuvieran lejos de Libia.
Además, en una carta diferente, dirigida a los «hermanos y hermanas musulmanes», bin Laden escribió sobre la importancia de evitar las muertes indiscriminadas de musulmanes en las operaciones yihadistas e instó a los yihadistas que ser prudentes en el uso de escudos humanos durante las operaciones.
También le escribió directamente al pueblo estadounidense y le dijo que después de que el presidente Barack Obama asumiera el cargo, los ataques contra Estados Unidos persistirían siempre y cuando Estados Unidos apoyara a Israel.
La comunidad de inteligencia espera dar a conocer documentos adicionales del allanamiento más adelante en este año, después de que hayan sido desclasificados.