Texas – EEUU. Las autoridades migratorias estadounidenses cerraron temporalmente sus puestos de control en autopistas de Nuevo México y parte del oeste de Texas, tras reasignar a sus agentes y utilizar los puestos avanzados para ayudar a procesar la ola de centroamericanos con deseos de cruzar la frontera.
A través de un comunicado el servicio de migración estadounidense mencionó el cierre en uno de sus puntos de control más concurridos en la zona fronteriza con México «Actualmente el sector de El Paso ha cerrado los puestos de control de inmigración y trasladado a sus agentes para ayudar con el procesamiento de extranjeros. Esta es una medida temporal».
La medida migratoria se tomó en medio de la alertas del presidente Donald Trump ante la situación que se vive en la frontera. El comisionado de la CBP, Kevin McAleenan, visitará El Paso, Texas, el miércoles para discutir “el drástico incremento de los cruces ilegales”.
Los controles, ubicados a unos 160 kilómetros de la frontera, fueron creados como último escudo defensor de entradas de personas ilegales. «Debido al volumen, procesamos donde hay espacio disponible”, informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
El oeste de Las Cruces Nuevo México, se encuentra bloqueada, indicando a los conductores que ya no deben detenerse. Los controles están cerrados en todo el sector de El Paso, Texas, controlado por la CBP, que se extiende a lo largo de 429 kilómetros (268 millas) de frontera en Texas y Nuevo México.
Funcionarios estadounidenses señalaron que el cierre de los puestos de control es una medida temporal para abordar el aumento de la actividad en la frontera.
La patrulla fronteriza se encuentra instalada en 34 puestos de control permanentes en toda la frontera con el país mexicano, más 103 puntos tácticos, señalizadas con conos y carteles, que se instalan por periodos de tiempo, según el reporte de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno. Las detenciones en la frontera se elevaron a 66.450 en febrero, un 149% más que el año anterior.