Los Ángeles – EEUU.- Un ciudadano de nacionalidad mexicana logró evadir la deportación, luego de que un juez migratorio dictaminara que su arresto se hizo sobre la base de su apariencia y siguiendo criterios raciales.
“El oficial sólo sabía que parecía latino”, dijo Sebastian Patti, el magistrado que se encargó de llevar el juicio de Jonathan Mondragón Patiño, un trabajador de la construcción que fue detenido en agosto de 2017, cuando manejaba por una carretera del condado de San Diego, en California.
El hombre, trabajador de la construcción, se dirigía hacia su casa, cuando fue interceptado por un agente de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), el sujeto fue sacado de su auto y esposado con tal rudeza que sus muñecas quedaron magulladas. Posteriormente, fue llevado a un centro, en el que permaneció privado de libertad por seis semanas, antes de que se diera la primera audiencia de su caso.
La CBP defendió su actuación, argumentado que la vía en la que se efectuó el arresto suele ser empleada para realizar “actividades ilegales relacionadas con la inmigración”. Los representantes de la Patrulla Fronteriza también dijeron que Mondragón Patiño lucía sospechoso, pues no miraba a la cara al oficial que se le acercó.
Pese a ello, el juez Patti concluyó que no había motivos reales para pensar que el hombre estuviese en una situación de ilegalidad o involucrado en actos criminales. Por ese motivo, pidió revertir, de forma inmediata, el proceso que se echó a andar, con la intención de regresarlo a su México natal.
