Miami – EEUU.- Dos agentes del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, pos sus siglas en inglés) fueron sorprendidos el pasado fin de semana, cuando una detención rutinaria se salió de control y se convirtió en una emergencia.
Los funcionarios detuvieron el vehículo de una madre indocumentada que, el domingo, 13 de octubre, se desplazaba muy cerca de la ciudad de Miami, en el estado de Florida. La mujer iba acompañada por su exmarido y por sus dos hijos menores.
Cuando los efectivos le ordenaron detener el auto, la inmigrante experimentó una crisis, que le provocó vómitos y un posterior desmayo. Ante tal situación, los oficiales le brindaron asistencia y la trasladaron hasta un hospital cercano, ubicado en la localidad de Aventura.
Una vez en el centro asistencial, uno de los agentes se mantuvo al lado de la madre, pero no para acompañarla, sino para evitar que escapara. La actuación del oficial ha sido considerada como una extralimitación en sus funciones, pues la ley no indica que los miembros del CBP deben permanecer al lado de un paciente indocumentado, mientras éste recibe tratamiento.
Aunque activistas que velan por los derechos de los inmigrantes le exigieron que se retirara y le recordaron que para detener a la mujer necesitaba una orden, firmada por un juez, el funcionario hizo caso omiso y se limitó a responder, en español, que él no necesitaba tal documento.
El agente esperó por cinco horas, hasta que culminó la atención médica. En ese momento, arrestó a la indocumentada, quien quedó bajo la custodia del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza.
