“Abordar los rumores: el fiscal general no tiene planes de renunciar”, escribió.
De acuerdo con los medios que publicaron la noticia citando a fuentes anónimas, Barr estaría comunicando su intención de dimitir al entorno de Trump con el objetivo de que el presidente deje de hacer comentarios en Twitter sobre el Departamento de Justicia. «Tiene sus límites», indicó uno de los funcionarios citado por la agencia AP .
Las declaraciones llegaron después de que Trump criticara la petición de condena del Departamento de Justicia para Roger Stone, un estrecho excolaborador del presidente que fue declarado culpable de siete cargos por su implicación en la llamada trama rusa.
«No voy a dejarme intimidar o influenciar por nadie, ya sea el Congreso, el equipo editorial de un diario o el presidente», afirmó Barr.
«(Las críticas de Trump) me hacen imposible hacer mi trabajo y quiero asegurarle que los tribunales y los fiscales de mi departamento estamos haciendo nuestro trabajo con integridad», remarcó.
Los ataques de Trump en Twitter contra el Departamento de Justicia, que dirige Barr, por el caso Stone, provocaron el martes pasado la renuncia de los cuatro fiscales encargados de ese procedimiento.
Las declaraciones de Barr no han logrado por el momento que Trump deje de opinar sobre el Departamento de Justicia, que respondió a su fiscal que como presidente tiene «derecho legal» a interferir en casos judiciales.