Washington – Estados Unidos.- Tras estar al borde de una posible guerra, Estados Unidos e Irán al parecer han decidido dar un paso atrás y tratar de calmar las aguas, al menos eso ha demostrado Donald Trump en un discurso posterior al ataque iraní en contra de bases militares que albergan a soldados estadounidenses en Irak. Trump manifestó que pese a que las fuerzas militares se mantienen alerta en la región, no responderán a Irán militarmente.
“Irán al parecer se ha apaciguado, lo cual es bueno para todas las partes implicadas y muy bueno para el mundo”, dijo Trump.
A pesar de existir un aparenta tono conciliador, un poco más notable en EE.UU, y quizás haber cesado la sed de venganza, la región permanece en vilo, y no es para menos… ¡lo que parece ser, muchas veces no es!.
Muestra de ello es que horas después del mensaje conciliador de Trump, la alerta en Bagda se activó, un funcionario occidental informó sobre el impacto de cohetes pequeños en la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la embajada de EE.UU. No se informó de víctimas.
Por nuevos ataques, como el orquestado presuntamente por Irán en la Zona Verde de Bagdad, el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, advirtió que “tal vez sea muy prematuro decir si Irán está satisfecho y cree suficiente los ataques con misiles para vengar el asesinato de Soleimani”.
“Debemos tener un poco de expectativa de que los grupos paramilitares chiíes, dirigidos o no por Irán, continuarán de alguna manera, formándose o conformándose para intentar socavar nuestra presencia allá, sea política o militar”, agregó también el secretario de Defensa, Mark Esper.
Por su parte, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, dijo que los ataques presentados no constituían necesariamente la totalidad de la reacción del país.
“Anoche recibieron una bofetada (…) Estas acciones militares son insuficientes para una venganza. Lo importante es que la presencia corrupta de Estados Unidos en esta región llegue a su fin”, expresó Khamenei.
Pese a que Irán insistió que respondería enérgicamente a la muerte de Soleimani, su ataque limitado contra dos bases, una en la ciudad de Irbil y la otra en Ain al-Asad, muestra la indisposición de Teherán a una colisión mayor con Estados Unidos.
El canciller Mohammad Javad Zarif señaló en un tuit que Irán “concluía sus medidas proporcionadas de autodefensa”.
