Washington – Estados Unidos.- En respuesta al intenso asedio vivido en la embajada de Estados Unidos en Bagdad, el gobierno norteamericano ha decido enviar refuerzos a Medio Oriente. Mil soldados estadounidenses llegan a la capital iraquí para hacer frente a posibles nuevos ataques y reforzar la seguridad en la sede diplomática.
La embajada en Bagdad, fue atacada por miles de ciudadanos iraquíes proIrán, que, tras entonar consignas contra el gobierno de Donald Trump, iniciaron una sentada en protesta por los bombardeos estadounidenses. Los manifestantes se rebelan en contra de Washington por los 25 combatientes de las brigadas del Hezbolá que murieron en las últimas horas.
El ataque de los protestantes contra la embajada fue duro, sin pensar en las consecuencias del asedio pusieron en peligro incluso la vida de los diplomáticos y el resto del personal que se encontraba en las instalaciones. Los proIrán quemaron parte de las instalaciones, arrancaron cámaras de vigilancia, tiraron piedras contra las torretas de los guardias, cubrieron los cristales blindados con banderas de las Fuerzas de Movilización Popular y de las brigadas del Hezbolá e invadieron el vestíbulo donde la seguridad de la embajada controla a los visitantes.
A través de una llamada directa al primer ministro iraquí, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió protección para su embajada y acusó de inmediato a Irán de haber “orquestado un ataque del que será considerado plenamente responsable” y por el que pagará “un alto precio”. Teherán denunció por su parte la “audacia» de Washington al responsabilizarle de las manifestaciones de los iraquíes.
El ataque a la embajada de EE.U, fue condenado por el presidente iraquí, Barham Saleh. El secretario de Estado, Mike Pompeo, advirtió a Bagdad que “Estados Unidos protegerá y defenderá a sus ciudadanos”.
Estados Unidos quien ya envió refuerzo para sus tropas en la sede de la embajada, no contempla ningún plan para evacuar la cancillería. Al momento del asedio, el embajador estadounidense, Unis Matt Tueller, se encontraba ausente por un “viaje personal”, sin embargo regresará a a la cancillería en la capital iraquí en las próximas horas.
El asedio que inició el pasado martes, terminó entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves.
Un comunicado de las fuerzas armadas iraquíes informó que “todos los manifestantes se retiraron, las carpas fueron desmanteladas y todas otras formas de manifestaciones que acompañaron estas protestas terminaron y las fuerzas de seguridad iraquíes aseguraron totalmente el perímetro de la embajada”.
