Trujillo – Honduras.- Las políticas migratorias de Donald Trump continúan dejando a su paso miles de inmigrantes afectados cada día, Erwin José Ardón Montoya, es uno más que se registra en la lista. Hoy con lágrimas en sus ojos y desde la casa de padre en Trujillo, Honduras, el joven de 23 años de edad cuenta su historia.
Hace dos meses, Montoya decidió emprender viaje hacia Estados Unidos, allí se encuentra su hija de nacionalidad estadounidense, nació este mismo año.
“Quería ver a mi hija, ayudarla”, explicó.
Durante su viaje hacia Estados Unidos, mucho fue lo que paso este hombre hondureño en el camino, pero sin duda lo que marco su sueño fue la detención de la Patrulla Fronteriza en El Paso (Texas). Pese a haber pedido asilo para permanecer en territorio norteamericano, a Montoya le obligaron a abandonar el país y a esperar la respuesta de su solicitud en un territorio desconocido para él, Guatemala.
Con esa decisión del gobierno, Erwin José Ardón Montoya, se convirtió en el primer centroamericano afectado por la nueva política de Donal Trump, de hacer esperar a los migrantes en un “tercer país seguro”.
“Me pidieron toda mi información. Luego hablé con un juez que decidiría si me quedo o no; luego me dijeron que firmara una carta de deportación”, explicó Montoya.
El hombre quedó sorprendido al verse en un avión que tenía como destino Guatemala, donde, según explicó, fue bien tratado. Pero no podía aceptar la oferta de asilo que este país le dio, la misma incluía trabajo y una vivienda; Montoya prefirió no estar solo en un país desconocido y volver con su familia a Honduras.
Tras la decisión de regresar a su país natal, fue trasladado también en avión hasta San Pedro Sula y luego un autobús a las polvorientas calles de Colón.
Montoya sigue soñando con reunirse con su hija en Estados Unidos. “Quizá el año que viene, después de Navidades, lo vuelva a intentar aseguró.
El pasado martes, el Gobierno de Donald Trump publicó en el Registro Federal la regla que rige los acuerdos de cooperación firmados con Guatemala en julio, y con El Salvador y Honduras en septiembre. La regla entró ese mismo día, afectando a todos los que trataran de entrar desde entonces en el país tanto de forma irregular como a través de puertos de entrada.
