Managua – Nicaragua.- El escenario fue la clausura de la VIII reunión extraordinaria del Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA). Durante ese evento, celebrado en territorio nicaragüense, el presidente del país, Daniel Ortega, advirtió que la renuncia de su ex homólogo boliviano, Evo Morales, podría disparar una oleada de movimientos insurgentes.
“Creo que lo de Bolivia es una prueba de fuego para que se pueda sostener la mínima confianza en la vía electoral. De lo contrario, los pueblos se sentirán con todo el derecho, la obligación, de tomar las armas para buscar el poder por las vías revolucionarias”, manifestó Ortega.
El líder sandinista aprovechó su discurso para señalar a Washington como el centro de poder desde el que se fraguaron las manifestaciones civiles y las presiones policiales y militares que devinieron en la dimisión de Evo Morales.
“Que se fijen bien lo que están haciendo los imperialistas”, espetó el gobernante centroamericano. Daniel Ortega agregó que “todo eso estaba planeado, financiado, organizado y dirigido por los que están siempre dirigiendo, desde los Estados Unidos”.
