Madrid – España.- Francisco Franco ya no está en el Valle de los Caídos. Los exhumados restos del autócrata fueron trasladados desde ese mausoleo, ubicado a las afueras de Madrid, hasta un modesto cementerio, localizado al norte de la capital española.
La operación, realizada durante este jueves, fue transmitida en vivo por medios de comunicación y seguida por un país que aún no sana las heridas dejadas por la Guerra Civil, que se libró entre 1936 y 1939, y que fue ganada por el dictador.
Los planes para exhumar al General fueron acometidos por el gobierno en funciones del socialista Pedro Sánchez. Para ese mandatario y para el resto de su Ejecutivo, la presencia de Franco en el Valle de los Caídos representaba un insulto a los miles de muertos dejados por la pugna entre el bando sublevado y los defensores de la Segunda República.
Tras extraer el ataúd, que se encontraba debajo de losas de mármol y granito, del abad del Valle ofreció un breve responso, al que asistieron familiares del autócrata español. Minutos después, esas mismas personas cargaron el féretro hasta una carrosa fúnebre, que se encargó de trasladarlo hasta un helicóptero. Fue esa aeronave la responsable de llevar los restos de Francisco Franco hasta el cementerio de Mingorrubio.
En ese lugar se congregaron unos 400 simpatizantes que, al grito de “¡viva Franco!”, dejaron constancia de que el legado del “franquismo” está más fresco de lo que se podría pensar. El General llegó al poder, luego de tres años de una Guerra Civil que él mismo impulsó. Por casi cuatro décadas (desde 1939 hasta su muerte en 1975) rigió los destinos de España. Sólo después de su desaparición física, los españoles recobraron la democracia.
