Connecticut – Estados Unidos.- Bajo amenazas de deportación, abuso sexual y embarazos, vivió una inmigrante hondureña durante siete años de su vida en Connecticut. La inmigrante cuyo nombre se encuentra oculto en una demanda presentada ante tribunales, denunció al exagente del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) Wilfredo Rodríguez, de haberla amenazado con deportarla junto a su familia si no cooperaba con él y accedía al abuso sexual.
En la demanda que la hondureña ha presentado en contra del exagente, de ICE y del Departamento de Seguridad Nacional, asegura que producto de las violaciones quedó embarazada tres veces y decidió abortar. Las fechas corresponden a 2007, 2009 y 2013, la demandante ha manifestado que “no había duda” de que los hijos eran de Rodríguez y no de su esposo.
Por siete años de continúo sufrimiento, hoy exige 10 millones de dólares como indemnización. La mujer se encuentra aún “en un estado psicológico muy frágil”, según ha dicho su abogado.
La denuncia también resalta que presuntamente Rodríguez, obligaba a la mujer a participar en un “comportamiento sexual aberrante” por lo que ella intentó suicidarse en cuatro ocasiones.
“No sólo está pidiendo compensación por el daño físico y emocional que sufrió, sino para cambiar la manera como tratan a quienes cooperan con ICE, aquellos que están en una posición de poder y con frecuencia ejercen control total sobre la capacidad de permanecer en Estados Unidos”, agregó el abogado.
La inmigrante conoció a Rodríguez en 2006 después de que su hermano fue arrestado por ingresar ilegalmente al país, al parecer, cuando el agente se enteró que ella también estaba en una situación irregular, le dijo que debía convertirse en informante de la agencia y ayudar a encontrar criminales.
Según la demanda, la mujer hizo su trabajo y entregó a ICE a tres hombres que vivían sin autorización en Estados Unidos y que habían apuñalado a su esposo.
La denuncia explica que la primera vez que Rodríguez abusó de la hondureña fue en un motel donde el la citó, al ella rechazarlo “él cubrió su boca, la arrojó sobre la cama, puso su arma de fuego junto a ella y dijo que si gritaba la usaría. Entonces, la violó”, siempre según la denuncia.
El exagente de ICE se llamaba a sí mismo el ‘lobo’ y alardeaba de que gracias a él la mujer y su familia no habían sido deportados. También la amenazaba con matarla si no cumplía sus caprichos que incluían “sexo oral”, añade el documento.
Al momento que Rodríguez decidió dejar la agencia, le dijo a la hondureña que si le contaba a alguien lo sucedido, “ella y su familia pagarían”.
Finalmente el año pasado contó su historia cuando su padre solicitó asilo.