Phoenix – EEUU.- Ambientalistas estadounidenses han elevado la voz, con la intensión de advertir las devastadoras consecuencias que, sobre un importante reservorio de agua, podría tener la construcción del muro prometido por el presidente Donald Trump.
En concreto, los especialistas se han referido al manantial Quitobaquito, que está ubicado cerca de la población de Lukeville y que por siglos ha sido una fuente de agua para los animales y personas que atraviesan el desierto de Arizona.
Una buena parte del líquido que hace parte del riachuelo será bombeada y utilizada para mezclar el cemento, con el que se echarán las bases que, posteriormente, sostendrán unas enormes placas de acero.
Esa defensa, que se extenderá por 70 kilómetros, reemplazará la actual cerca de madera que se encuentra dentro de Monumento Nacional de Organ Pipe Cactus y que demarca el límite entre México y Estados Unidos.
Los expertos creen que el proyecto demandará unos 84 mil galones de agua por día.
“Estamos extremadamente preocupados por la extracción del agua para construir el muro”, dijo Laiken Jordahl, quien trabaja en el Centro para la Diversidad Biológica, con base en Tucson.
El especialista agregó que “muchos animales y peces podrían morir si el manantial se seca”.
