Bogotá – Colombia.- Pese a que el rearme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) representa un duro revés para la paz de Colombia, también obedece un maravilloso objetivo para derrocar finalmente la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela, así lo han expresado algunos expertos.
El jueves el exjefe negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “Iván Márquez”, cuyo nombre real es Luciano Marín anunció que volvían a las armas. El manifiesto presuntamente se realizó desde territorio venezolano, donde desde hace años se ha denunciado que las autoridades del gobierno de Maduro, han refugiado al grupo armado.
Luego del pronunciamiento de Iván Márquez y otros guerrilleros que decidieron retomar las armas, el presidente de Colombia, Iván Duque, conversó con el presidente encargado del país hermano, Venezuela, Juan Guaidó. Ambos políticos coincidieron que el video es otra prueba de que los rebeldes planean próximos ataques desde Venezuela.
“Los colombianos debemos tener claridad de que no estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla, sino frente a las amenazas criminales de una banda de narcoterroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro”, declaró Duque.
Por su parte Juan Guaidó manifestó “Todos los venezolanos debemos rechazar este tipo de amenazas en respeto a nuestra soberanía”.
Ante tal situación, el gobierno de Estados Unidos, también se pronunció, funcionarios de seguridad reiteraron sus acusaciones sobre el narcoregimen de Maduro, que a su juicio sigue conspirando activamente con los rebeldes colombianos armados, tanto del ELN como de las FARC. El objetivo entre muchos otros, continuar traficando cocaína y oro.
“El régimen en Caracas parece estar fomentando este tipo de actividad, esencialmente entregando partes del país, especialmente al ELN”, dijo Elliott Abrams, enviado especial de Estados Unidos para Venezuela.
Ante la nueva amenaza que representa el resurgimiento de las FARC y su alianza con el ELN, las autoridades colombianas aseguraron que durante mucho tiempo Marín y otro grupo disidentes de las FARC que nunca entregaron las armas, han estado escondidos en Venezuela y desde allí organizaron violentar el tratado de paz, firmado entre los rebeldes y el Gobierno Colombiano.
“En los últimos meses se celebraron al menos tres reuniones entre comandantes rebeldes en la pequeña localidad venezolana de El Nula, una zona sin ley con una fuerte presencia del ejército de Venezuela que está a unos 30 kilómetros (alrededor de 20 millas) de la frontera”, exclamó un funcionario de inteligencia militar colombiano.
El funcionario, que habló bajo anonimato por seguridad, detalló que “rebeldes del ELN estuvieron presentes cuando instructores militares rusos formaron a principios de año a miembros de las fuerzas armadas venezolanas en doctrina militar y uso de explosivos”.
Maduro y sus aliados llevan mucho tiempo negando que proporcionen apoyo material a los rebeldes colombianos y señalan que las denuncias de Estados Unidos forman parte de una campaña para lograr una posible invasión.
Muchos opositores al régimen de Maduro, tanto en Estados Unidos, como en Colombia y en Venezuela, lamentaron y rechazaron el rearme aunque describieron la noticia como una oportunidad cercana para impulsar una acción internacional más contundente contra el dictador, aunque nadie ha solicitado abiertamente una intervención militar.
“Para el régimen de Maduro y sus aliados criminales, su prioridad en este momento es la desestabilización de Colombia”, dijo María Corina Machado, una opositora que fue despojada de su escaño en el congreso venezolano.
Por su parte, Nicolás Maduro no se ha pronunciado sobre el rearme de las FARC y las denuncias en su contra, pese a que la noche del jueves realizó una alocución que superó los 70 minutos de duración.