Condiciones meteorológicas extremas provocaron la muerte de tres personas en Holanda y Bélgica aplastadas por árboles, en tanto las fuertes ráfagas de viento paralizaron el tráfico aéreo y terrestre este jueves en el norte de Europa.
El instituto meteorológico holandés KNMI, en su sitio en Internet, menciona una «gran tempestad proveniente de la costa oeste, con ráfagas de viento muy violentas de entre 110 y 130 km/h, y hasta 140km/h puntualmente».
Holanda sufrió una fuerte tormenta por segunda vez en este mes, cayeron árboles que obstruyeron carreteras y vías férreas, muchos ciclistas resultaron derribados de sus bicicletas y hubo camiones que volcaron en las autopistas.
En medio de estos estragos, en el centro y este del país, en que el KNMI decretó alerta roja, el nivel más alto, dos personas perdieron la vida, según informó la policía en su cuenta de Twitter.
Muertos por caída de árboles
«Un hombre de 62 años murió tras ser alcanzado por una enorme rama» caída de un árbol, precisando que el fallecido había salido de su automóvil para retirar otra rama que obstruía la calzada, según publicó la policía.
Otro hombre de la misma edad perdió la vida después que un árbol cayera sobre su auto, afirma otro tuit.
Una automovilista también resultó muerta cuando un árbol aplastó su vehículo en Bélgica, donde las caídas de árboles, tejados arrancados y cables eléctricos caídos por tierra necesitaron la intervención de los bomberos, que recibieron centenares de llamadas en todo el país desde la noche pasada, en que las ráfagas de viento superaron los 100 km/h.
Tráfico aéreo, terrestre y marítimo, paralizado
En Holanda, la tempestad paralizó a los aviones en la pista del aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol durante la mañama, en tanto el tráfico ferroviario seguía interrumpido durante la tarde de este jueves.
Cuando el tráfico aéreo se reanudó pasado el mediodía, algunas chapas que se habían volado del techo de una terminal provocaron el cierre de dos vestíbulos en el área de partidas, informó Gedi Schrijze, portavoz del aeropuerto.
Los barcos de pesca quedaron amurados a los muelles, así como el ferry que cubre el trayecto entre la isla de Texel (norte) y tierra firme, y numerosos ejes carreteros se mantenían cerrados.
«Semejantes ráfagas de viento son un peligro para las personas y la circulación», subrayó el KNMI, aconsejando a los neerlandeses quedarse en sus casas y no lanzarse a las rutas.
Más de 25 camiones volcaron por las fuertes rachas de viento y muchos ciclistas resultaron derribados de sus bicicletas, según los medios de comunicación holandeses.
La sociedad nacional de ferrocarriles NS también advirtió a los pasajeros en su cuenta Twitter que «a causa de la fuerte tempestad» ningún tren circulará «hasta nueva orden».
En las ciudades, algunos árboles cayeron sobre las vías de tranvía, cuyo tráfico fue también detenido por completo, así como el de autobuses, en particular en La Haya.
La ciudad-puerto de Rotterdam (oeste) era inaccesible por las carreteras provenientes del norte, en particular desde La Haya y Ámsterdam, según la organización nacional para la circulación VID.
También se interrumpió la circulación de trenes de gran velocidad Thalys que cubren trayectos entre París y Alemania.
Asimismo, la compañía ferroviaria nacional alemana Deutsche Bahn anunció este jueves que suspendía el tránsito en todas sus líneas de larga distancia.
«La reanudación del tráfico está condicionada a la reapertura de las líneas férreas clásicas y de gran velocidad en Holanda y Alemania», explicó la empresa, advirtiendo que «la situación podría mantenerse perturbada e incluso degradada a lo largo de la jornada».
En Francia, la tormenta también causó daños. Unos 3.000 locales y viviendas se encontraban aún privados de electricidad este mediodía en el Norte y en el Pas-de-Calais, en particular, donde la alerta naranja para vientos fuertes fue levantada durante la mañana, afirmó en un comunicado Enedis, encargada de la distribución de electricidad en el país.