New York.- Hillary Clinton y Bernie Sanders libraron un áspero debate el día de ayer, lanzándose golpes sobre la reforma migratoria, el rescate a la industria de automóviles y el cuidado de la salud.
El debate tuvo lugar antes de las cruciales primarias de la próxima semana, que podrían determinar cuánto durará la búsqueda de la nominación demócrata.
«El senador Sanders votó en contra», dijo Clinton en el debate de Univisión, transmitido también en CNN, en Miami. «Ese es su perfecto derecho al voto en contra, pero si todo el mundo hubiera votado como él, no habría rescate a la industria del automóvil».
Fue una apuesta similar a la que la ex secretaria de estado hizo antes de las primarias de Michigan el martes, sin embargo, no le sirvió para ganar el crucial estado, donde ganó el senador de Vermont. Y no está claro que la estrategia funcione en Ohio e Illinois, que van a las urnas el próximo 15 de diciembre.
Sanders de nuevo vinculó a Clinton con Wall Street. Sostuvo que el proyecto de ley más amplio era el «rescate de la imprudencia, la irresponsabilidad y la conducta ilegal de Wall Street. Fue el rescate de Wall Street».
Choques sobre inmigración
Los candidatos libraron una extensa confrontación sobre la reforma migratoria.
Clinton reprendió a Sanders por oponerse a un esfuerzo integral de reforma migratoria durante la administración del presidente George W. Bush. Sanders dijo que apoyaba el objetivo general del proyecto de ley, pero que se oponía a las disposiciones sobre los trabajadores-huésped que creía recortarían los salarios de los trabajadores estadounidenses e impondrían condiciones punitivas a los trabajadores extranjeros.
Sin embargo, ambos rivales se comprometieron a no deportar a los inmigrantes indocumentados, en particular a los niños, que no fueron acusados de un delito y apoyaron el camino a la ciudadanía para esas personas.
Ambos aspirantes demócratas tomaron como objetivo principal al candidato republicano Donald Trump y su plan de construir un muro en la frontera con México y deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados.
Clinton se burló del multimillonario por prometer construir «la más bella y alta pared, mejor que la Gran Muralla china».
Sanders dijo que la idea de Trump de deportar a los inmigrantes era «vulgar” y “absurda».
Sanders también renovó su ataque a Clinton por no hacer públicas las transcripciones de sus discursos a las principales instituciones financieras después de abandonar el Departamento de Estado. Cuando se le preguntó si creía que ella estaba diciendo una cosa en público y otra a las firmas de Wall Street en privado, Sanders dijo: «Eso es exactamente lo que la publicación de las transcripciones nos dirá».
Clinton, quien dijo que dará a conocer sus transcripciones si otros candidatos –incluyendo a los republicanos- hacen lo mismo, dijo que tenía el plan más difícil para controlar a Wall Street.
Sanders devolvió el golpe: «Yo soy peligroso para Wall Street».