Washington – Estados Unidos.- Una vieja promesa de la campaña electoral volvió al debate. El presidente Donald Trump aseguró que está considerando “seriamente” acabar con el derecho a la ciudadanía estadounidense por nacimiento.
El partido demócrata y expertos en derecho ya han manifestado que una decisión de este tipo sería inconstitucional.
«Francamente, es ridículo (…) Tienes un bebé en nuestro país, es decir, cruzas la frontera, tienes un bebé y ‘felicidades, el bebé es ahora un ciudadano estadounidense'», se quejó el mandatario.
«Estamos pensando en (acabar con la) ciudadanía por nacimiento muy en serio», expresó Trump antes de iniciar un viaje hacia el estado de Kentucky.
Trump, que ha mantenido una línea dura contra la inmigración, había advertido en la campaña electoral que lo llevó al poder y en las legislativas del año pasado, que firmaría un decreto para implementar su idea, pero nunca lo hizo.
La Constitución establece que «todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas por tanto a su jurisdicción, son ciudadanos estadounidenses y del estado en el que residen».
Ese derecho está amparado por la decimocuarta enmienda de la Carta Magna, aprobada en 1868 para conceder el estatus de ciudadano a los esclavos afroamericanos liberados.
Pero para eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento es necesaria una reforma constitucional, opina el partido demócrata.
Sin embargo, la Casa Blanca ha intentado encontrar un vacío legal. Argumenta que el Tribunal Supremo, que respaldó ese derecho para los hijos de inmigrantes en 1898, no se ha pronunciado en caso de que los padres del aspirante a la ciudadanía fueran indocumentados.
