Las encuestas no ofrecen los mejores resultados, el ‘ Rusiagate‘ se ha convertido en una pesadilla que parece no tener fin, el proyecto de ley de salud con el que se quiere sustituir el Obamacare ha ofrecido más resistencias de las que se esperaba. Donald Trump necesita darle un giro a ese cuadro y reconectar con sus bases.
Lo sabe él y lo sabe su equipo de colaboradores cercanos. Por eso, la Casa Blanca adelantó este domingo que los próximos días serán “la semana Hecho en Estados Unidos” en su intento por centrarse en asuntos de interés para la base de simpatizantes del mandatario.
En declaraciones a reporteros en un hotel cerca del campo de golf del presidente Donald Trump en Bedminster, Nueva Jersey, la directora para asuntos de prensa de la Casa Blanca, Helen Aguirre Ferre, dijo el domingo que la Casa Blanca organizará el lunes una muestra de productos “Hecho en Estados Unidos” y procedentes de los 50 estados del país.
El presidente también tiene previsto emitir el miércoles una declaración sobre la importancia de producir manufacturas en Estados Unidos y viajará el sábado a Virginia para la puesta en servicio del nuevo portaaviones Gerald R. Ford.
“Por mucho tiempo nuestro gobierno había olvidado a los trabajadores estadounidenses. Sus intereses fueron dejados de lado frente a proyectos globales, su riqueza fue arrebatada de las comunidades y enviada al extranjero”, señaló Aguirre.
“Bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, el trabajador estadounidense no solo jamás será olvidado sino que será defendido”.
Trump se ha comprometido a recuperar los empleos manufactureros en Estados Unidos que se perdieron ante la innovación tecnológica y la tercerización, y para ese fin tiene previsto reducir normativas y renegociar los acuerdos comerciales del país.
