jueves, abril 25, 2024

 Prevenga los celos del hermano(a) cuando va a tener otro hijo

En ocasiones resulta difícil evitar los celos entre hermanos por mucho que nos esforcemos, pero sí podemos hacer que se transformen en una experiencia positiva que haga que nuestro hijo evolucione y se vuelva más autónomo.

Para nuestro hijo la llegada de un hermano no significa lo mismo que para nosotros. Hasta ahora ha vivido una situación idílica, recibiendo amor y cariño por los cuatro costados. Y no quiere que cambie. Los celos son inevitables, así que debemos aceptarlos como algo natural. De nosotros dependerá que sean pasajeros, dentro de lo que se considera razonable, o que se conviertan en algo duradero.

Nuestro papel frente a los celos es importantísimo

Como dice Juan Manuel Ortigosa en su libro El niño celoso, debemos tener en cuenta que no sólo es importante qué ocurre una vez ha nacido el bebé, sino también qué pasa durante el embarazo y el parto.

Debemos ser nosotros los que informemos a nuestro hijo de la llegada de su nuevo hermano. Podemos explicarle que otros niños también tienen hermanos y, si es posible, visitar a algún amigo o familiar que haya tenido recientemente un bebé. De este modo, nuestro hijo puede familiarizarse con los inevitables comentarios cariñosos de los adultos hacia el recién nacido.

“¿Dónde está mi hermanito?”

Cuando nos pregunte, debemos informarle claramente. Es preferible explicar lo necesario y adaptarlo a su edad que inventar historias que no llevan a ninguna parte. Al referirnos a su hermano, hablaremos de “nuestro bebé”. Es bueno empezar a transmitir la idea de que será un miembro más de la familia al que se debe querer y cuidar.

Es aconsejable que nuestro hijo escuche el latido del corazón del bebé o sienta las pataditas que da al moverse. Este será un buen momento para que le hable, exprese emociones y podamos contestar a sus preguntas. Pero, sobre todo, debemos hacerle sentir que lo queremos mucho, que nuestro cariño por él no va a disminuir y que ese nuevo hermanito no le va a quitar su puesto.

Preparando la llegada

Si se prevén cambios de habitación, deben hacerse tiempo antes del nacimiento del nuevo hijo. De este modo evitaremos que piense que la llegada del bebé lo desplaza y le arrebata sus cosas. Del mismo modo, cuando se aproxime el parto, no debemos cambiar las rutinas diarias del niño (hora de comer, aseo y dormir) aunque éste deba marchar a casa de un familiar. Si es posible, es preferible que pase ese momento en su casa, rodeado de sus juguetes y de todo aquello que le da seguridad. “Para nuestro hijo la llegada de un hermano no significa lo mismo que para nosotros. Hasta ahora ha vivido una situación idílica, recibiendo amor y cariño por los cuatro costados.”

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