Washington – EEUU.- La empresa estadounidense Boeig reveló, este domingo, que un sensor ubicado dentro de la cabina de mando de sus aviones 737 Max no estaba funcionando como debería.
De acuerdo con la compañía, se trata de una luz de alerta, programada para activarse cuando los sistemas del 737 Max no proporcionan información correcta sobre el ángulo de inclinación de la aeronave.
Boeing indicó que la falla fue detectada tras el debut del avión en 2017 y reconoció que la información no fue compartida con las aerolíneas que forman parte de su cartera de clientes ni con las autoridades de la aviación civil estadounidense.
Según la empresa, el sensor no era una herramienta principal y sólo funcionaba si las líneas aéreas la instalaban como una característica opcional.
Se desconoce si el adecuado funcionamiento de la alarma hubiese podido prevenir los accidentes que se registraron en octubre de 2018 y en marzo de este año, tanto en Indonesia como en Etiopía.
En ambos casos, dos 737 Max se precipitaron a tierra, luego de que el software que corrije el ángulo de ataque hiciera que los aviones inclinaran la nariz, sin poder ser controlados por sus pilotos. En conjunto, los incidentes dejaron un total de 346 personas fallecidas.
