Washington.- A partir de este mes, muchos de los estadounidenses que padecen pobreza podrián perder su acceso al programa de SNAP (Programa para Asistencia Nutricional Suplementaria, anteriormente conocido como cupones para alimentos), ya que se ha impuesto de nuevo un límite de tres meses. Hasta 1 millón de beneficiarios alcanzarán el límite para las prestaciones en el presente año.
“Aquellos a quienes más les afecta esta orden gubernamental son los que más padecen pobreza – y este límite los arrastra aun más en la pobreza”, dijo el Obispo José García, director de relaciones eclesiales de Pan para el Mundo. “Con 48 millones de estadounidenses enfrentando dificultades para conseguir alimentos, ahora no es cuándo hacer recortes a las prestaciones. Deberíamos estar ofreciendo capacitación laboral y otras capacidades que ayudarán a las personas a salir de la pobreza”.
Los latinos son más propensos que otras comunidades en Estados Unidos a vivir en la pobreza y a carecer de acceso de manera regular a los alimentos necesarios para la buena salud. Una de cada cinco familias latinas tiene por lo menos una persona que padece hambre en algún momento durante el año.
El límite de tres meses en las prestaciones de SNAP, impuesto por el Gobierno federal, afecta a los adultos desempleados entre las edades de 18 y 49 quienes no están incapacitados ni criando a menores de edad. Para poder seguir recibiendo las prestaciones, deben trabajar por lo menos 20 horas a la semana. Lamentablemente, a muchas personas que quieren trabajar se les dificulta encontrar empleo.
El límite de tres meses fue suspendido en la mayoría de estados durante la Gran Recesión. Debido a que ha mejorado la economía, fue reintroducido a principios del año. Varios estados en el Sur del país han decidido reimponer el límite, a pesar de que el desempleo sigue a tasas elevadas y que califican para una dispensa.
“Quitarles las prestaciones a las personas que no pueden conseguir empleo sólo empeorará una mala situación”, dijo García. “Los más afectados son aquellos que viven en zonas que continúan a padecer altas tasas de desempleo. Arrastrar aun más hacia la pobreza a las personas no les ayudará a encontrar empleos que no existen”.
Pan para el Mundo ( http://www.bread.org/es/nuestro-impacto ) es una voz colectiva cristiana que urge a los líderes de nuestra nación a erradicar el hambre en Estados Unidos y el extranjero.
